Una mujer de 44 años que iba a ser juzgada la próxima semana ante el Tribunal Penal 1 de la Primera Circunscripción Judicial, acusada de quitarle la vida a su pareja de varias puñaladas en medio de una fiesta de cumpleaños en una vivienda de la zona sur de Posadas, acordó ayer una condena de prisión efectiva de trece años y medio mediante la celebración de un acuerdo de juicio abreviado.
Lorena Itatí Ruiz Díaz fue detenida durante la madrugada del sábado 9 de marzo de 2019 en el barrio Misionerita, en su vivienda, el mismo lugar donde se registró el crimen pocos minutos después de la medianoche.
Al debate llegaba encartada por el delito de “homicidio agravado por el vínculo”, pero en libertad porque los plazos de detención sin resolución judicial vencieron hace poco más de un año.
Las audiencias, ante los jueces Gustavo Arnaldo Bernie, Viviana Gladis Cukla y Ángel Dejesús Cardozo tenían hora de inicio a las 8.30 y como representante de la acusación al fiscal titular del Tribunal Penal, Martín Alejandro Rau.
Pero durante las últimas horas, la imputada en audiencia de visu respectiva con la Fiscalía y su defensa aceptó la oferta de acuerdo de suspensión por juicio abreviado en el que aceptó su responsabilidad en el hecho y firmó una condena de 13 años y seis meses de prisión efectiva que se ejecutarán una vez que el fallo quede firme, lo que se estima se concretaría durante los primeros meses del año próximo.
Vale en este caso resaltar que el acuerdo se logró con el consentimiento de los familiares directos de Saliva, sus padres y una hermana. La opinión fue solicitada aunque no es vinculante a la decisión alcanzada pero estuvieron de acuerdo con el cambio del tipo penal y el monto de pena ofrecido para Ruiz Díaz: trece años y medio de prisión por “homicidio calificado por el vínculo de pareja”, pero con los atenuantes de las circunstancias extraordinarias, previstas en el último párrafo del artículo 80 del Código Penal Argentino.
De acuerdo al expediente, elevado a juicio oral por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón, a las 0.30 del 9 de marzo de 2019 se inició una pelea tras las discusiones entre la víctima y la imputada, contextualizada por el consumo de bebidas alcohólicas en el cumpleaños de una hija de la acusada.
Una hija la acusada y su concubino intervinieron para frenar la contienda. En estado de mutua violencia el imputado intentó retirarse, momento en que Ruiz Díaz con un cuchillo dentado tipo tramontina, comienza a lastimar a Saliva. El último puntazo fue en la espalda.
Final y tragedia
Al retirarse la mayoría de los invitados, se inició la discusión, ya que Saliva se habría puesto molesto porque no lo habían incluido en las fotografías tomadas durante la celebración, tornándose más fuerte la discusión entre ambos.
En medio de la tensión, Ruiz Díaz manifestó a su hija que su pareja la quería matar, lo que motivó que los familiares salieran de la habitación y dialoguen con Saliva. Repentinamente, la imputada tomó una manguera e intentó pegar con la manguera a su hija porque le habría delatado con respecto al lugar donde se encontraba al resguardo de su pareja.
Saliva forcejea con la imputada, le quita la manguera y habría intentado enredársela en el cuello. Intercede un familiar para calmar la situación y la imputada empieza a gritarle a Saliva que se marche del domicilio.
La víctima fatal comenzó a juntar sus pertenencias para retirarse del domicilio y tras dialogar con la encausada con el fin de reconciliarse la invita a dormir juntos, a lo que en primer momento esta accede ingresando a su habitación, pero nuevamente empiezan las discusiones.
Saliva sale de la habitación, dirigiéndose a la sala de la vivienda y tras él se dirige la imputada, quien toma un cuchillo de aproximadamente 30 centímetros de largo, cortándose la palma de la mano ya que el cuchillo no tenía mango y exige a Saliva que se retire de la casa.
Este habría salido por una ventana mientras era perseguido por la imputada y antes que suba y escape con su motocicleta, Ruiz Díaz lo habría tomado del cuello y lo empuja al suelo. Continúa el forcejeo y Saliva golpea a la hija de la acusada quien luchaba por separarlos.
Ruiz Díaz empuja nuevamente a Saliva de manera tal que este se golpea con el portón e interviene nuevamente la pareja de la hija de la acusada para separarlos. La secuencia indica que Saliva se quita la mochila y lo persigue, instante en que la imputada toma un cuchillo tramontina y lo comienza a hincar y cortar.
Saliva intenta escapar y cae tendido en la calle frente a la vivienda y Ruiz Díaz lo vuelve a lastimar.
Lesiones múltiples
La autopsia indicó heridas excoriativas múltiples en la región lateral del cuello, en ambas manos y en hipogástrico, como así pequeñas excoriaciones en dorso de los dedos de ambas manos, lesiones de defensa.
Heridas punzo cortantes en el hombro izquierdo, no penetrante, otra en región supraclavicular interna izquierda de iguales características y medidas, que tampoco es penetrante, una tercera en área cardíaca, en la región mamilar izquierda a tres centímetros por encima de la línea intermamilar a dos centímetros del esternón, sobre la línea clavicular interna de dos centímetros de longitud con coleta externa, penetrante en tórax y otras dos pequeñas no sangrantes, en epigástrico: una de un centímetro penetrante superior y otra inferior de medio centímetro no penetrante, en la región supra escapular interna derecha, presenta otra herida punzo cortante de un centímetro de longitud con salida de abundante sangre aparentemente penetrante. Las lesiones de arma blanca le produjeron el shock hipovolémico y deceso.
A las 1.35 arribaron los efectivos de guardia y patrulla de la comisaría Decimoquinta a la calle 2 casi avenida 178, pocos segundos después una ambulancia de la Red de Traslados, pero ya pugnar por reanimarlo fue infructuoso.
Con el deceso confirmado, el juez Fernando Verón, dispuso que se detenga preventivamente a la sospechosa, quien no opuso resistencia alguna, se realice la autopsia y se entregue el cuerpo a los familiares.
También ordenó que se secuestren dos cuchillos, uno de ellos tipo tramontina, que durante la cena fueron utilizados y que tenían manchas de sangre pero también restos de la torta cortada durante la celebración.
Se investigó el hecho como “homicidio, agravado por el vínculo o relación” (artículo 80 del CPA), pero luego se estableció, entre múltiples circunstancias, un acto de defensa de la mujer en presunto contexto de violencia de género.