Con una inestabilidad meteorológica en la región, que trajo abundantes lluvias, las inundaciones en diferentes localidades provocaron un impacto en la población de insectos y en diversas especies. Por este motivo, analizan que es probable que se escuchen menos chicharras durante este verano, debido a que muchas fueron afectadas durante el proceso de crecimiento. Asimismo, ante los reiterados anegamientos registrados desde octubre en adelante, en las casas pueden darse accidentes con especies venenosas que buscan refugio por la acumulación de agua en los patios y baldíos.
Disminuye la población de chicharras
Ante la duda sobre el comportamiento de las especies de insectos en la provincia, el responsable del Programa de Animales Venenosos del Ministerio de Salud Pública, doctor Roberto Stetson, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “las chicharras se escuchan en los tiempos de sequía” y en su desarrollo “ellas tienen su etapa de ninfa, no de larvas, donde viven bajo tierra alimentándose de raíces de plantas antes de convertirse en adultas”.
En este contexto, con abundantes precipitaciones por el efecto de fenómeno El Niño en toda la región alertó que “si hay muchas inundaciones ellas se ahogan y mueren”.
En su experiencia, compartió que “yo he vivido mucho tiempo en Formosa, donde teníamos periódicamente inundaciones, como las que estamos teniendo en todo el país, donde luego pasábamos por un período de tiempo donde no teníamos chicharras”. Este proceso puede corregirse, pero lleva un tiempo “hasta que se repueblen con adultos que vengan de otros lados y desoven en ese sitio”.
Mientras que cada verano una de las señales de su inicio estaba marcado por el canto de las chicharras en los árboles y plantas, con un contexto de inestabilidad meteorológica, Stetson comentó que es muy probable que este verano las escuchemos menos. A su vez, mencionó que es algo que viene desde hace tiempo: “Estamos teniendo períodos de sequías intercalados con intensas lluvias”.
En cuanto a cómo pueden ser afectadas las chicharras por las inundaciones mientras se encuentran bajo tierra, en pleno desarrollo, señaló que “eso es suficiente para que ahogue a las chicharras, que no tienen forma de escaparse”.
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Aumenta la presencia de insectos en las casas
Debido a las intensas lluvias e inundaciones en la provincia, también comienzan a notarse la presencia de insectos y otras especies dentro de los hogares. Ante esto, recomiendan estar atentos y tomar precaución con los niños y mascotas en el hogar.
Al respecto, el responsable del Programa de Animales Venenosos contó que esto sucede porque también “iniciamos la temporada cálida, donde se da la mayor actividad biológica de todos los organismos, entre ellos algunos que pueden ser venenosos, como los escorpiones, arañas, hormigas coloradas”.
Más allá de la etapa habitual de apareamiento y búsqueda de alimentos, señaló que “se suman las lluvias que inundan los patios y obligan a los animales escondidos entre las hojarascas, los cúmulos de maderas, ladrillos, también en los baldíos, a que deban salir y buscar refugiarse en lugares secos, como en las casas y en los patios”. Por ello, Stetson recomendó tomar medidas de seguridad en los hogares y en los patios para evitar picaduras.
Por otra parte, en un contexto de lluvia abundante, puede suceder que “en las cámaras sépticas se multiplican los escorpiones, donde las inundaciones presionan para que salgan de sus escondites. Entonces, aparecen en las bachas de la cocina, las bañeras, en los dormitorios”, agregó. Sumado a esto la presencia de estos animalitos “también pueden venir de los patios y baldíos, donde se acumulan mucha materia orgánica”, relató el biólogo. Entre otras especies que se encuentran refugiadas y que pueden ser venenosas, indicó que “están las arañas terrestres que pueden ser obligadas a invadir los domicilios”.
El riesgo de las orugas peludas en los hogares
Entre la actividad biológica animal de la temporada y los encuentros que pueden ocasionarse en los hogares, el responsable del Programa de Animales Venenosos, Roberto Stetson, detalló que “están mandando consultas sobre gusanos que aparecen en las casas, hasta en las camas”. Sin embargo, aclaró que este tipo de orugas peludas, “no todas son venenosas”.
Más allá del susto por su presencia, se debe tener en cuenta que pertenecen al ecosistema provincial y no es extraña su presencia. Entre estas, muchas están en los patios y son las conocidas como “orugas pollo, gatiño, que forman parte del ciclo biológico de las mariposas”. Sobre su traslado hasta dentro del hogar y en sus alrededores, recordó que “buscan un lugar seco y seguro para hacer la pupa y convertirse luego en las mariposas”.
Por este motivo, Stetson comentó que “pueden encontrarse también caminando por los hogares, en las paredes de las casas, los pasillos y en los quinchos”. En esto, el doctor recomendó a la población “estar atentos para no entrar en contacto con ellos, porque no son mortales, pero producen accidentes dolorosos, con síntomas hasta de asfixia o descompostura general”.