La vida es un viaje lleno de colores de matices con luces y sombras, todo en la vida es color, vibración y energía. Hasta este momento, ¿cómo fue tu vida?, ¿cómo es tu vida?
Cuando nos vamos acercando al final de un nuevo año y miramos para atrás podemos ver de manera general cuántos colores tuvo este año, con cuánta luz y cuánta oscuridad. Como dije al comienzo la vida es un viaje y para hacerlo interesante te invito a que imagines que vamos en un tren y que a cada estación le pongamos un color.
Mediante este ejercicio podemos ver en cuáles estaciones paramos para resolver, aprender y experimentar situaciones. Estación de color rojo; esta parada es para personas valientes, que les toca enfrentar desafíos y liberarse de miedos. Parada obligatoria para salir de la zona de confort y descubrir lo mágico de la vida.
Estación de color naranja, si paraste acá pudiste ver la carga que traías de culpas de tu pasado y lo mejor, si aprendiste de ellas ya te pudiste liberar y seguro te vas a sentir más liviano, cómodo y seguro con tu vida. En esta parada, los amigos, las buenas charlas y la alegría son la recompensa.
Estación de color amarillo, parada superior, importante, donde tu yo te pide que lo muestres sin máscaras. Acá el desafío es que puedas amar lo bueno y lo malo que hay adentro tuyo. La recompensa es conocer tus dones y talentos.
Estación de color verde, en esta parada los latidos de tu corazón y todo lo que hay ahí adentro es lo más importante, en esta parada terminamos con las tristezas y angustias, el perdón es la palabra más importante junto con la de amor incondicional. Acá los vínculos son la clave para estar bien y la familia es todo. Estación de color azul, en esta parada lo que digas y lo que calles adquieren importancia para tu vida, sos un creador de tu destino, lo que piensas y luego lo manifiestas con la voz se hace realidad.
Estación de color índigo, en esta parada ves si vives del pasado o del futuro y te hace darte cuenta cuánto realmente estás viviendo, ya que lo único que tienes es el presente, así que te pregunto: “¿estás acá?”.
Estación de color violeta, última parada de este tren de los colores. Acá te sacas de encima todo aquello que no sume en tu vida: relaciones tóxicas, trabajos que no te gustan, todo lo que sea apego. En esta parada hablar con Dios o en quien creas, es un placer. Orar, meditar y ser amor es el fin.
Ahora sí, ¿en cuál parada estuviste más tiempo en este año? No importa el orden, lo importante es el ¡viaje!
Gabriela Gómez
Cromoterapia
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