Hoy se cumplen 85 años de la muerte del ex senador radical Lisandro de la Torre, uno de los fundadores de la UCR y de los más fervientes críticos de los gobiernos de la llamada “Década infame”.
Decepcionado con la política, y en la soledad de su departamento en el centro porteño, De la Torre decidió poner fin a su vida el 5 de enero de 1939 con un disparo de revólver en el corazón.
Había nacido en Rosario (Santa Fe) el 5 de diciembre de 1868; en 1890 se recibió de abogado con una tesis en la que le asignaba vital la importancia a las autonomías municipales, tema que 104 años después fue incorporado en la reforma de la Constitución Nacional de 1994.
En 1891 participó en la creación de la Unión Cívica Radical y se convirtió en unos de sus principales dirigentes en Santa Fe.
De la Torre fue admirador de Leandro N. Alem, a quien apoyó en los intentos revolucionarios de 1890 y 1893 que se proponían desestabilizar el régimen oligárquico presidido por Miguel Juárez Celman y Luis Sáenz Peña, respectivamente.
En 1898 fundó el diario La República en su ciudad natal, desde donde profundizó su distanciamiento con Hipólito Yrigoyen y expuso sus ideas políticas.
Diez años después conformó un nuevo partido político con sede en Santa Fe: la Liga del Sur, un movimiento de centro que ocupó el espacio político entre el socialismo y el partido conservador.
Con la sanción de la Ley Sáenz Peña en 1912, el rosarino fue electo diputado nacional por la Liga del Sur y comenzó una extensa y ardua actividad parlamentaria.
Mientras el país se dirigía a sus primeras elecciones presidenciales a través del voto secreto y obligatorio, el 14 de diciembre de 1914 fundó el Partido Demócrata Progresista, cuya principal misión era disputar los votantes de la UCR a través de una propuesta más reformista.
Dos años después, fue candidato a la Presidencia de la Nación por el demoprogresismo, pero fue derrotado por la lista encabezada por Yrigoyen.
Una de las acciones más importantes del Partido Demócrata había sido su influencia en la redacción de la nueva Constitución santafesina de 1921, una de las más avanzadas de la época.
Años más tarde, el partido estaba en decadencia y el dirigente decidió apartarse de la actividad política, hasta que tras el golpe militar de 1930 fue convocado por el presidente de facto, el general José Félix Uriburu para sumarse al Gobierno, invitación que rechazó.
Dos retos a duelo
De la Torre renunció a las filas del radicalismo en 1896 no sin antes retar a duelo al caudillo radical Hipólito Yrigoyen, a quien había acusado de personalista.
El político rosarino era un experto en esgrima, mientras que su oponente debió tomar clases para el suceso.
El 6 de septiembre de 1897 se enfrentaron en Buenos Aires y, sorpresivamente, Hipólito Yriyoyen resultó ileso.
A partir de las heridas que recibió en la cara, De la Torre comenzó a utilizar barba desde ese momento y durante el resto de su vida.
En tanto en 1935, luego de exponer en el Congreso, el ministro de Agricultura, Luis Duhau, lo retó a un duelo luego de las acusaciones por corrupción vertidas por De la Torre en el recinto.