Emigrar detrás de un sueño. Ese camino es el que siguió el posadeño Elian Caballero (18), quien a principios de 2023 se mudó junto a su familia a Portugal en busca de afianzar su camino en el tenis mundial.
Junto a su padre Lucas, reconocido entrenador de tenis, el joven practica a diario y ya jugó sus primeros torneos bajo la órbita de la International Tennis Federation (ITF) sobre cancha rápida, superficie que predomina en suelo luso.
La meta para 2024 es sumar su primer punto ITF y seguir subiendo escalones detrás de una ilusión.
“Mi sueño es entrar al Top 50 mundial y jugar la Copa Davis para Argentina. Sé que tengo objetivos difíciles, pero nada es imposible”, confió ante EL DEPORTIVO de cara a una nueva temporada.
Elian… ¿cómo arranca tu historia con el tenis?
Yo empecé a jugar a los 8 años en Posadas, principalmente gracias a que mi viejo es profesor de tenis. De los 8 a los 11 jugué en Misiones, hasta que en 2016 nos mudamos a Balneario Camboriú, en Brasil. Estuvimos un año ahí hasta que mi viejo recibió una propuesta para entrenar a unos chicos en Misiones, así que nos volvimos en 2017. Ese año empecé a competir en torneos de mayores, pero siempre únicamente por Misiones y la región. Recién en 2019 nos mudamos definitivamente a Camboriú. Y ahí empecé a dedicarme de lleno al tenis, ya apuntando a llegar lejos, con entrenamiento en doble turno, gimnasio, etc.
En lo deportivo, ¿qué diferencias encontraste entre Posadas y Camboriú?
En Brasil hay muchos más torneos seguidos y muchos por esa zona, entonces no necesitás de un gran presupuesto para jugar. Además, hay un buen nivel de juego y siempre tenés competición. Esas fueron también las razones por las que decidimos irnos para allá, pensando siempre a futuro.
¿Y cómo fue lo de Portugal?
Surgió esa posibilidad y mi viejo se vino un mes antes para acomodar todo. Después nos mudamos junto a mi mamá y mi hermana, en febrero pasado. Lo principal fue que acá hay muchísimos torneos y eso hace todo más fácil. En Brasil y Argentina hay muy pocos torneos ITF. Y en Portugal, en 2023 hubo una docena de Future y ya pude jugar cuatro. También hay muchos torneos con premios en efectivo, entonces se puede aprovechar el nivel de juego y también la posibilidad de viajar por países de la región.
¿Cómo te fue en esos Future?
Todavía no pude ganar mi primer partido. Es que acá el nivel es altísimo, hay mucha diferencia respecto a Brasil. Acá la qualy es más fuerte. Por ejemplo, un jugador que es de cuadro principal en Brasil acá está jugando la qualy.
¿Qué objetivo te planteaste para los próximos meses?
El primer objetivo a corto plazo es sumar mi primer punto ITF, que eso me va a facilitar la entrada a los cuadros de qualy para comenzar a sumar experiencia. Estoy trabajando en eso, acostumbrándome al nivel para avanzar de a poco.
¿Qué necesitás para ganar tu primer punto ITF?
Depende mucho del torneo, en algunos sumás tu primer punto al llegar a la final de la qualy de un Future, en otros ya lo lográs pasando dos rondas de qualy.
¿Cómo es tu día a día junto al tenis?
Yo entreno actualmente en el club de la Federación Portuguesa de Tenis, el Centro Deportivo Nacional de Jamor. Me levanto a las 6.30, desayuno y para las 8 ya estoy en el gimnasio. Como vivo cerca, me voy caminando hasta el club. y después del gimnasio, a la cancha, a entrenar unas dos horas. De ahí vuelvo, descanso un poco, almuerzo y de 15 a 17, otras dos horas de cancha. Y después, una hora de exigencia física al máximo.
¿Costó la adaptación a la cancha rápida?
Fue una dificultad, sí, porque acá todos los torneos son en cancha rápida. En Brasil y Argentina casi no se juega en esa superficie, pero acá te enfrentás con jugadores que se criaron jugando en cancha rápida y sacan ventaja. Ahora ya estoy más adaptado, vamos puliendo esa habilidad.
¿Por qué esa superficie predomina en Portugal?
Hay una tradición que viene desde siempre, pero creo que tiene que ver con que Portugal es un país con mucho viento. Ya si te vas a España, hay más polvo de ladrillo. De toda manera, en Europa la tendencia va hacia la superficie rápida.
¿Qué es lo que más cuesta en esa adaptación?
Lo que más cuesta es la movilidad, la coordinación sobre cómo llegar a la pelota, porque en polvo de ladrillo podés ir acomodándote mientras vas llegando a la pelota, pero acá tenes que llegar armado para estar bien parado a la hora de impactar. Además, el saque también hace mucha diferencia, si tenés un buen sacador, es muy difícil quebrar.
¿Qué es lo que se viene a corto plazo?
Ahora me estoy preparando para una gira por el sur de Portugal, le estamos apuntando a eso para las próximas semanas.
¿Cómo es la vida en Portugal?
La gente acá es un poco más cerrada, no hay tanta gente joven y las cosas son más antiguas, respecto a las ciudades y otras cosas. Siendo extranjero, siempre es complicado, pero uno con el tiempo se va acostumbrando y tratando de aprovechar. Sí es cierto que se extraña Argentina, la última vez que estuve allá fue en 2018. Se extraña mucho Misiones, pero bueno, estamos trabajando para subir el nivel y quizás en el futuro regresar con las condiciones necesarias para poder viajar por Argentina y la región en busca de competencia. Siento mucho orgullo por mi provincia y mi país.
¿Quiénes son tus referentes en el tenis mundial?
Me gusta mucho Andy Murray por la garra que tiene, todo lo que pasó, un montón de cirugías, y el esfuerzo que le pone más allá de la edad, todo eso motiva mucho, es un ejemplo a seguir. Y respecto a los argentinos, los sigo a todos, pero uno de los que más me gusta es Juan Manuel Cerúndolo, principalmente por su estilo de juego.
¿Cuál es tu sueño máximo con el tenis?
Uno de mis sueños es entrar en el Top 50 mundial, estar bien rankeado. Sé que no es fácil, pero vamos paso a paso. De a poco buscaré mi primer punto ITF, después la idea es viajar por la zona y luego buscar más resultados para más tarde sumar mi primer punto ATP. Todo a su tiempo. Y también me gustaría jugar la Copa Davis para Argentina. Sé que tengo objetivos difíciles, pero nada es imposible.