Al menos hasta ayer no se sabe con certeza si fue uno o dos delincuentes los que ingresaron a un local comercial para apoderarse de dos rifles de aire comprimido. La particularidad es que ocurrió durante una tormenta que afectó la zona. La policía intentaba identificar al o los autores.
PRIMERA EDICIÓN pudo dialogar con el propietario, quien contó que se enteró que habían entrado a robar en el local de venta de artículos de caza, pesca y camping, cuando ayer temprano en la mañana un vecino le contó que la vidriera estaba rota. Al llegar se encontró con el blindex destrozado por una piedra mora que usaron los ladrones para poder ingresar.
Notó que prácticamente no había desorden y rápidamente pudo notar que los objetos que faltaban eran los dos rifles de aire comprimido Gr-600 calibre 5,5 mm. Si bien no se trata de un arma de fuego puesto que la fuerza del disparo la obtiene de precisamente nitrógeno comprimido en cápsulas, el poder de daño es importante y precisamente esas armas sustraídas son las más potentes en su segmento.
Al lado de donde estaban los rifles había pistolas y si bien los malhechores podían haberse llevado cualquier otro objeto, solo faltaban esas armas.
El dueño mencionó que probablemente hayan temido que el ruido pudiera haber alertado acerca de lo que sucedía.
Llegaron al lugar efectivos de la comisaría Primera de Apóstoles, quienes iniciaron la pesquisa. Los delincuentes tuvieron la fortuna o tal vez lo pensaron así, a entender del dueño, que en ese momento de inclemencia climática se cortó la energía eléctrica, de manera que las cámaras de seguridad del negocio no pudieron registrar el accionar delictivo. Pero sí las cámaras de un vecino que posee grupo electrógeno, detectó a dos personas cuando huían.