Entre quienes se dedican a ayudar a las personas en situación de calle, la Asociación Civil Operación Rescate lleva cinco años siendo una opción para resguardo nocturno y alimento caliente.
A pesar de que en la época invernal tienen más atención, por el riesgo vital de vivir a la intemperie, durante todo el año deben destinar recursos para asistir a personas sin hogar, muchas de ellas conformadas por familias enteras, con niños pequeños. No obstante, la delicada situación económica del país provocó una situación insostenible para estos voluntarios que están al borde de cerrar las puertas de este refugio al no poder pagar los servicios y no tener más recursos para cocinar.
En medio de la crisis
La responsable de la Asociación Civil, Yasmín Tobar, contó a PRIMERA EDICIÓN que “se está viviendo una crisis muy fuerte”. Relató que durante el domingo “tuvimos 25 personas” y el día anterior “casi 35”.
En este contexto, con la falta de donación de alimentos no perecederos, “hemos estado tratando de sobrevivir con lo que tenemos, porque lamentablemente no tenemos donaciones últimamente por la misma crisis del país, porque la gente tiene que economizar para ellos mismos”, añadió.
Con atrasos en el pago de los recibos de luz y agua, que llegaron con importantes aumentos, aseguró que se sumó otro inconveniente: “Antes, trabajábamos haciendo panificados, pero se dañó el horno y no se pudo seguir”. Por ahora, esperan que las condiciones mejoren, mientras siguen haciendo lo posible para asistir a las personas en situación de calle.
Por tanto, indicó que iniciaron una campaña a través de las redes sociales y medios de comunicación para “poder seguir sosteniendo Operación Rescate y si no lo logramos lamentablemente vamos a tener que cerrar”.
Con un flujo importante de personas que acuden a este espacio, remarcó que “necesitan un buen alimento y llevamos meses comiendo fideos con sal”.
Durante el año pasado, lograron resolver el problema del alquiler del espacio, gracias a la ayuda del Ministerio de Desarrollo Social. Sin embargo, al no tener fines de lucro no pueden sostener los aumentos en los servicios por su cuenta. A todo esto, los módulos de mercadería, los que llegan de Desarrollo Social “no vienen con aceite o azúcar, que son cosas esenciales para poder seguir”.
A su vez, “la Municipalidad también nos daba 25 módulos, que nos quitaron y debemos volver a hacer una solicitud, pero ya nos dijeron que no tienen alimentos”, detalló Tobar.
En un trabajo en conjunto con otras organizaciones sociales y estatales, la llegada de gente en situación de calle es constante, no solo durante la temporada invernal, porque muchos casos son derivados a Operación Rescate: “El 24 de diciembre hubo 70 guaraníes aquí hospedados, porque trabajamos todo el año de corrido. En todo diciembre, atendimos entre 60 a 70 personas por día y eso nos llevó a un recibo de agua de 91 mil pesos que se venció porque no logramos pagar”, precisó.
Yasmín Tobar lamentó la falta de ayuda de otros sectores, mientras siguen atendiendo gente que no puede ser recibida en otros refugios u organismos estatales. Sin embargo, por la falta de recursos, explicó que “el almuerzo está suspendido” y hasta ayer había “dos familias con hijos chiquitos que no se los puede botar a la calle, en total ocho personas”.
Llegar a cerrar sus puertas “sería algo lamentable, porque en estos cinco años han pasado por aquí miles de personas y amo mi trabajo, quisiera seguir, pero es imposible”, afirmó la responsable de Operación Rescate.
En materia de asistencia a personas en situación de calle, compartió que “en 2022 no recurrían a nosotros familias enteras, ahora sí, llegan papás, mamás, hijos, todos necesitan un refugio en la noche porque no pueden seguir pagando alquileres o los botaron de sus trabajos”.
Asimismo, recordó que “tenemos mucha gente extranjera, como en este momento que están tres brasileños traídos por el Hogar de Día”.