El último viernes familiares y amigos despidieron a Tomás García, el dirigente olero que se hizo conocido por resistir las políticas de exclusión de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). En los últimos años, pese a los achaques de la edad, seguía buscando cómo organizarse junto a sus compañeros oleros y oleras para que el oficio artesanal de la producción de ladrillos siguiera existiendo y también, que le permitiera vivir con dignidad.
A don Tomas la vida lo ubicó, sin querer queriendo, en la lucha y la dirigencia tras enfrentar a principios del XXI, con claridad y valentía, las políticas de relocalización de la Entidad Binacional Yacyretá porque se rehusó a ser una víctima de los que en “nombre del progreso” se quedan con todo a costa de las vidas, los sueños, el arraigo de tantos vecinos expulsados de la costa del río para trasladarlos bien a afueras de la ciudad, donde la pobreza no está a la vista de todos.
“En los últimos años se había afiliado a nuestra CTA Autónoma y estaba demandándonos jornadas de discusión política, de concientización en violencia de géneros, de lucha contra los consumos problemáticos y de lucha por el medioambiente”, lo homenajeó la Central de Trabajadores en su cuenta oficial de Facebook.
Por su parte, su familia lo recordó como un “incansable luchador, rebelde, generoso, comprometido y con una conciencia de clase digna de ser imitada”.
Según compartieron sus familiares y allegados con PRIMERA EDICIÓN, hace dos semanas se encontraba internado en un sanatorio capitalino por un cuadro grave de dengue, que finalmente le costó la vida tras pasar por terapia intensiva debido a un cuadro hemorrágico que empeoró.
Cabe mencionar además que don Tomás también fue un sobreviviente de la persecución de las dictaduras de Videla y Stroessner. En su camino, destacaron las esperanzas puestas en la organización y en la construcción colectiva para sacar adelante a sus compañeros y vecinos del barrio El Porvenir II.
Tal como pudo saber este Diario, Tomas estaba muy preocupado por las condiciones laborales y de vida de los oleros. Buscó siempre de manera colectiva mejorar esas condiciones, y había denunciado en varias oportunidades que por culpa de los pozos para extraer la materia prima para hacer el ladrillo, la comunidad de El Porvenir se había convertido en un criadero de mosquitos que transmiten el dengue.
Desde Salud Pública de Misiones aún no confirmaron este caso entre el número de fallecidos por dengue en la provincia. Por lo tanto, la tierra colorada sigue manteniendo el total de 11 muertes por contagios de esta enfermedad desde diciembre hasta la fecha.
La última víctima fatal en el boletín oficial fue una mujer de 53 años de Montecarlo, atendida en el hospital SAMIC de Eldorado.
De acuerdo a los últimos datos oficiales, la provincia reportó más de 55 personas en internación, principalmente en el departamento Capital. Asimismo, la cantidad de pacientes fabriles se mantiene en un número alto, con aproximadamente tres mil reportes semanales. A nivel nacional, el reporte epidemiológico señala que la región del NEA concentra una importante circulación del serotipo DEN 2.