La Universidad Nacional del Alto Uruguay (UNAU) ha fomentado el crecimiento educativo y social en San Vicente y alrededores. Con un inicio de ciclo lectivo 2024 con alrededor de mil ingresantes, los desafíos son muchos.
Al ser una universidad pública, depende del presupuesto nacional que este año es limitado para todas las dependencias del país. Sumado a esto, existen otras problemáticas, como la disponibilidad de alquileres y el costo que representa para los estudiantes continuar una formación académica en el contexto actual.
En crecimiento
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN la secretaria académica de la UNAU, Amalia Faut, contó que, para este ciclo lectivo, con una nueva propuesta, “creció un poco el número de estudiantes.
Actualmente, tenemos entre 950 y 1.000 preinscriptos, que están haciendo el curso de ingreso durante todo el mes de febrero, diferenciado en cada parte específica”. Asimismo, indicó que “entre todas las carreras y en alumnos regulares estamos entre los 2.500 y 3.000 alumnos”.
Nueva oferta académica
Entre las ofertas, mencionó que “este año incorporamos una nueva propuesta académica, la licenciatura en Ciencias Ambientales, que es una propuesta del Departamento de Ciencias Aplicadas”. En esta universidad, actualmente tienen seis carreras, las más populares y con mayor número de alumnos la licenciatura en Kinesiología y Fisiatría, Nutrición y la tecnicatura universitaria en Instrumentación Quirúrgica.
Como alternativa para el desarrollo educativo y también social, Faut compartió que “nuestra primera cohorte de ingresantes eran personas de San Vicente, que quizás no tuvieron el acceso a la educación superior. Entonces, al abrirse la universidad en la ciudad, por fin tuvieron una opción”.
Actualmente, la población universitaria mayoritaria son chicos que recién salen del secundario, “muchos son de San Vicente, pero también llegan de San Pedro, El Soberbio, Dos de Mayo, 25 de Mayo, Aristóbulo del Valle”, entre otros lugares, agregó.
En este tiempo, indicó que “todas las carreras ya tienen sus egresados, salvo Nutrición que está por su tercer año, siendo Instrumentación Quirúrgica donde hubo más graduados. En Kinesiología, el año pasado egresaron los primeros nueve y ahora esperamos otros más en las mesas de febrero y marzo. Así que estamos contentos con la cantidad de egresados que vamos teniendo”.
A su vez, como universidad, resaltó que “las prácticas en la parte salud se encuentran consolidadas”.
Con este crecimiento, evidenciado en los últimos años, al ser una universidad pública dependen del presupuesto de la nación: “Va a ser un desafío el saber gestionar, con pocos recursos y la utilización de las cosas que conseguimos hasta este momento. El tema presupuesto es una problemática a enfocarnos, porque nunca fue la mejor en materia educativa y desde el año pasado sabíamos que iba a ser difícil”, relató.
En comparación a casas de estudios, como la UNaM, la Universidad del Alto Uruguay no cuenta con algunos dispositivos como albergues o comedores universitarios. A pesar de ser proyectos a futuro, aclaró que aún “no están dentro de nuestro horizonte próximo, lo que sí tenemos es un sistema de becas para paliar esa necesidad que quizás no podemos darla desde la institución, al no poder tener un comedor o albergue”.
Remarcaron que es importante al ser una opción gratuita y que con los años “la ciudad también cambió con la universidad, se le dio otra impronta, con los estudiantes que andan con el uniforme de las carreras de salud”. De esta forma, la UNAU “se consolidó” y con el crecimiento de los alumnos también aparecieron nuevas realidades.
Con el crecimiento de la población universitaria en San Vicente, Amalia Faut mencionó que “el tema alquileres es todo un desafío, porque si bien hay un desarrollo de la construcción, todos los años se suman más personas y aún no se da a la par del crecimiento exponencial que tiene la universidad”. En este proceso, recordó que influyó también la pandemia, las clases en virtualidad y ahora el impacto de lo económico.