Tal como lo había anticipado en campaña, el Gobierno nacional frenó la obra pública en todo el país como una de sus principales medidas de ajuste que empezó a aplicar el Poder Ejecutivo para llegar al déficit cero.
La “motosierra” del presidente, Javier Milei, ya repercute de diferentes formas en todas las provincias. En lo que hace a obras, uno de sus efectos en Misiones fue que se quitó subsidios que estaban destinados para construir en sectores vulnerables.
Así lo marcó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Noelia González, dirigente del Movimiento Libres del Sur, fuerza que lleva adelante en la tierra colorada la “Cooperativa Futuro”.
De acuerdo a lo que explicó González, la Casa Rosada derogó el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), que estaba vigente desde 2019 y que permitía tener un relevamiento de la situación de las familias más carenciadas.
La referente social apuntó que a partir del RENABAP y con la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU), que reunía fondos de los impuestos cobrados en toda la Argentina, empezaron a realizar obras básicas en las denominadas “villas miserias”con esos fondos y por medio de la Cooperativa Futuro.
“El primer POT (Proyecto de Obras Tempranas) que presentamos fue para intervenir en la Chacra 158 de Posadas”, rememoró.
Debido al estado precario de la calidad de vida de los residentes, las primeras tareas consistieron en dotar de los hogares de servicios básicos como la electricidad o el agua.
“En esa primera experiencia le cambiamos la vida a más de doscientas familias”, destacó González.
Mano de obra
Otro de los puntos que enfatizó la dirigente de Libres del Sur fue que con estas obras empleaban a personas que se encontraban sin trabajo. “Buscamos siempre lograr la igualdad de género en las tareas. Por eso le dimos protagonismo a la mujer, sumándola a las filas de trabajo y enseñándoles el oficio”, acotó.
Fue así que desde 2019 contrataron 100 y 150 personas que lograron una fuente de ingreso por medio de estos trabajos. “A lo último, había mujeres que eran jefas de cuadrilla”, valoró González.
Fin del proyecto
Hasta finales de 2023, fueron más de 500 los hogares que se vieron beneficiados por este proyecto en Posadas.
González indicó que este año tenían por objetivo llegar a unas 500 familias más y, por primera vez, habían presentado un proyecto para intervenir en un barrio del interior de la provincia, más precisamente en Apóstoles.
Pero todo ello quedó en stand by por el congelamiento de fondos por parte de la Nación desde diciembre.
“Este Gobierno (nacional) con su decisión de frenar todas las obras públicas dejó abandonado a más de 400 barrios de Misiones sin la posibilidad de terminar muchas de ellas, sin generar más mano de obra y arrollando los sueños de muchos vecinos de poder mejorar su calidad de vida”, lamentó la cooperativista.
Posteriormente, González afirmó que el dinero que invertía la Casa Rosada en estos proyectos, lejos estaba de representar un “gran gasto” para el Estado nacional.
Depende de la magnitud del trabajo que se iba a realizar, podría costar entre 40 y 180 millones de pesos. No es mucho si se considera que a las familias les cambió la vida”, explayó González, quien precisó que fondos surgía del aporte de los contribuyentes al pagar el IVA del 21%.
“El Gobierno nacional hasta nos prohibió hacer nuevos censos”, lamentó por último Noelia González.
Ilusiones rotas para las familias
De acuerdo a Noelia González, del Movimiento Libres del Sur, uno de los momentos más difíciles ahora es tener que responder a las constantes preguntas de las familias sobre las obras que iban a realizar en sus barrios.
“No es fácil ingresar a estos lugares porque a estas personas ya les hicieron muchas promesas y le fallaron en el pasado”, señaló la dirigente cooperativista.
Agregó que realizar un relevamiento “llevaba mucho tiempo”, debido a que primero tenían que ganarse la confianza de los residentes para que los dejaran ingresar a los respectivos lugares. “Ahora todo se echó para atrás”, lamentó.
De acuerdo a González, diariamente están recibiendo consultas de las familias con quienes se habían comprometido a llevar adelante el proyecto y brindarles los servicios básicos a sus hogares.
“Únicamente están demandando una vida digna. Pero cuando el Gobierno decide cortar la obra pública, terminó con la esperanza de muchos barrios y hogares”, sostuvo. “Todos los días me levanto con un mensaje preguntándome ‘¿Qué pasó?’”, concluyó.