En el ser humano y en los organismos del reino animal en general no existe oposición entre naturaleza y libertad, ya que la libertad pertenece a su naturaleza. Conocer y comprender a la naturaleza ha sido por miles de años es clave para la supervivencia y en medida que mejoró esa comprensión también lo fue la calidad de vida.
Son varios los autores que señalan que la interacción humano-naturaleza es clave para el humano y no así, para la permanencia o existencia de la naturaleza. Cada organismo a partir de múltiples mecanismos simbióticos más temprano que tarde ocupará indefectiblemente su espacio. Durante un tiempo determinado, sincrónica y geométricamente establecido con unas cuantas especies más donde compartirán nutrientes y micronutrientes, sales y minerales que nos constituyen a nosotros, la vida.
Los paisajes-culturales componen una relación íntima naturaleza-humano y es a partir de las expresiones humanas que toma sentido y dirección, desde el permanente brindar de bienes y servicios materiales e inmateriales.
El bienestar subjetivo, entendido como “la sensación de agrado cotidiano al mantener un bienestar psicológico gracias a una buena adaptación a las circunstancias de la vida interna y externa del individuo en la sociedad” es lo que en relación con el pensamiento ecológico, la teoría de Gaia y el Dasein (ser-ahí) orientan a la relación sana. Primero con nosotros mismos en un presente continuo y con la naturaleza que nos rodea y contiene para perdurar, y aprender de ella en todas sus formas despertando nuestros sentidos para tener más y mejores herramientas para interpretar la realidad lo más completa posible.
Tal vez un sentido de integridad con la naturaleza pueda representar vivir en comunidad, desarrollando un fuerte sentido de voluntariado. En la dualidad como regla de juego sobre la tierra, la concepción holística opera como integradora del todo teniendo como norte el bien común. Donde todos trabajan y se avanza con un fuerte sentido de ayuda mutua ofreciendo y haciendo aquello que mejor nos sale, aprendimos, dedicamos, nos gusta y a la vez causa placer. Entonces el sentido de bienestar surge facilitando el desarrollo de sensibilidad, observación, comprensión, posibilitando cercanía para una mayor y mejor organización familiar y social.
Ser ahí, ser parte, ser naturaleza, en la corriente de la Ecosanación como técnica para la rehabilitación neuropsicológica se postula que, “el contacto con la naturaleza puede reconectar al humano con la verdadera libertad del ser”. Al desvincularse de ella se perdió y solo bastaría promover sanas y buenas prácticas cerca del agua, del suelo, el aire, con las plantas y los animales. Volver a ser parte para hallar eso que nos devuelve el sentido de libertad, inspiración, creatividad y al final Vida.
Mgter. Anahí Fleck
Maestrando en Neuropsicología. 0376-154-385152