Fe es creer que algo que hoy no está, será realidad.
Es preparar el terreno para que llegue, porque aunque no lo podamos ver, sentimos y creemos que lo que esperamos, llegará.
La Fe no es una ilusión, es un poder inmenso que atrae lo que soñamos, pero la Fe es acción, es hacer todo lo que esté a nuestro alcance, es correr riesgos si es necesario, es hacer todo lo que haga falta, y confiar que lo que esperamos llegará.
Fe es compromiso y es también aceptar que existe un porcentaje de probabilidad que lo que tanto deseamos no ocurra, pero poner igual todo de nosotros, preparando la llegada de lo que queremos, sin importar ese porcentaje.
Es también estar dispuestos a levantarse en caso de caer y seguir adelante.
La Fe a veces nos pone a prueba, para ver nuestro grado de compromiso, y si estamos dispuestos a darlo todo, aunque nada asegure nada.
La Fe activa el poder de atracción, abre los caminos para que lo que tanto queremos se materialice.
La Fe nos da la fuerza para ser persevantes en nuestro propósito y contagia a las personas que están a nuestro alrededor, generando una energía muy fuerte para que lo que tanto queremos se concrete.
La Fe activa las “casualidades”, porque aparecen las personas correctas en el momento justo y todas las piezas del rompecabezas se arman para lograr lo que tanto anhelamos.
La Fe es aprender a ver el vaso medio lleno en lugar del medio vacío. Cuando lo damos todo, confiando que sucederá, entrenamos a nuestro cerebro a ver las dificultados como oportunidades.
Cuando actuamos guiados por la Fe, decimos a Dios “Yo creo en vos”, más aún cuando todo se complica, y es en esos momentos cuando su poder se vuelve mayor, porque nos ayuda a ver una luz al final del camino.
La Fe nos da la fuerza para dar pasos hacia adelante, superando nuestros miedos, y nos susurra “confía, prepara el terreno, actúa y sucederá”.
La Fe es entender que si las cosas no salen como lo esperábamos es porque es lo mejor, aunque en el momento no podamos entenderlo.
La Fe abre las puertas a lo posible, porque cuando creemos y damos un paso adelante, el universo da otro.
Natalia Moyano
Contadora con
corazón de escritora
[email protected]