Del 24 al 30 de marzo de este año, los fieles de la Iglesia Católica conmemoran la Semana Santa, la fiesta cristiana que recuerda los últimos momentos de Jesús de Nazaret en la Tierra, en los que transcurre la nombrada “Pasión de Cristo”, y que culmina con la Pascua de Resurrección.
Se trata de un período de reflexión, por el cual los fieles se abstienen a hacer algunas prácticas que acostumbran hacer. Una de ellas es comer carnes rojas, algo que se evita durante los ocho días que componen la Semana Santa.
¿Por qué no se puede comer carne roja?
La costumbre se basa en un mandato católico, también presente en otras religiones, que tiene su origen en la práctica del ayuno como signo de penitencia y purificación.

La Semana Santa, periodo sagrado del catolicismo, se inicia con el Domingo de Ramos y concluye el Domingo de Resurección. La Biblia, el libro sagrado para los cristianos, da cuenta de la prohibición de comer carne en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, en los cuales se relata el ayuno de figuras importantes como Moisés o el propio Jesucristo, que pasó 40 días en el desierto sin alimentarse según el evangelio de San Mateo.
Qué días no se come carne en Semana Santa
Históricamente, la Iglesia estableció la abstinencia de carne para dos días específicos en el año: el Miércoles de Ceniza (este 2023 cayo 14 de febrero), que da comienzo a la Cuaresma que anuncia la Semana Santa, y el Viernes Santo (este año cae 29 de marzo), cuando se recuerda la muerte de Jesucristo.
No obstante, muchos fieles mantienen este rito los viernes de la Cuaresma, incluso todos los viernes del año. Especialmente durante el día de la pasión de Cristo, los creyentes evitan las carnes rojas y las de ave, incluso en sopas o cremas, dado que es la única ocasión en que esta práctica es obligatoria. Además, durante el llamado Viernes Santo, muchos consideran que se debe tener —como máximo— una comida durante el día y que, luego de esta, se pueden comer dos platos pequeños, siempre y cuando no equivalgan al peso de una regular.
Finalmente, el Domingo de Pascua se deja de lado esta abstinencia porque se considera un día de celebración, por lo que se acostumbra festejar la resurrección de Jesús en familia con una gran comida.