Dos años y dos meses después, un hombre de 74 años se sentó en el banquillo de los acusados para responder por el crimen de Marcelo Antúnez Sequeira (33). Frente a los magistrados del Tribunal Penal de Oberá dijo no recordar nada de lo sucedido.
La audiencia comenzó a las 8.30 y estuvo presidida por el juez Francisco Clavelino Aguirre, quien estuvo secundado por Francisco Paniagua y el subrogante Amado Dante Carvallo, integrante de la Cámara de Apelaciones en lo Civil de la Segunda Circunscripción.
Al comienzo de la audiencia le cedieron la palabra al acusado Juan Grdeñ, quien luego de varias consultas de parte del presidente del Tribunal dijo no acordarse de nada, puesto que había padecido COVID mientras estuvo detenido. Precisamente, esa fue una de las cuestiones por las que en su momento le concedieron prisión domiciliaria, la cual la mantiene al menos hasta que se defina este juicio en su chacra de Picada Zulma.
Luego declararon ocho de los diez testigos que estaban citados. Entre los testimonios más relevantes estuvo el del padre, quien confirmó que fue el mismo Grdeñ quien se acercó a pedirle a su hijo para hacer unos trabajos en la chacra de su pariente.
También declaró un amigo, quien sabía de la enemistad que había entre Marcelo Antúnez Sequeira y el expatrón Juan Grdeñ. Este señaló haber visto la camioneta del colono cuando entraba y salía de la chacra en el día que se presume fue la desaparición de la víctima.
También fue citado otro conocido de la víctima, un vendedor de chipa que participó de los allanamientos en busca de pruebas, entre las cuales se secuestraron prendas con manchas de sangre y la documentación de Antúnez Sequeira en la vivienda del imputado.
El colono Grdeñ está acusado del delito de “homicidio simple”, el cual establece una pena de entre ocho a 25 años de prisión en caso de ser hallado culpable.
Hoy será la jornada de los alegatos y sentencia. Las mismas estarán a cargo de (ante la ausencia de Estela Salguero) Rodolfo Andrés Cáceres, fiscal de Instrucción 5 de San Vicente quien investigó inicialmente la causa. Y por parte del acusado será el defensor David Rodrigo Mousquere.
El 13 de febrero de 2021 Marcelo Antúnez Sequeira fue encontrado muerto en un pozo para agua de la chacra perteneciente al yerno del acusado, justamente donde tenía que hacer trabajos de limpieza supuestamente encargados por Grdeñ.
El cuerpo estaba bajo pedazos de troncos y piedras, como si se los hubieran tirado para intentar ocultar aún más el cadáver. Los policías lo hallaron por el olor nauseabundo que de allí emanaba. La primera identificación del cuerpo de parte de un familiar fue por un tatuaje.