Respecto del origen de los emoticonos, se puede decir que en el año 1999 la empresa japonesa NTT Docomo sacó un paquete de 176 emojis. Su tamaño era de 12×12 píxeles, suficiente para los móviles de aquellos años.
Para este trabajo, la empresa eligió al japonés Shigetaka Kurita a quien se le acredita la creación del primer emoji del mundo. La compañía le propuso a Kurita que diseñara una interfaz atractiva para expresar de manera simple estados y sentimientos entre las personas. Tiempo después la empresa mejoró sus diseños y rápidamente, estas pequeñas caricaturas, estuvieron disponibles en sus dispositivos.
Según Kurita las pequeñas imágenes, además de ser “un signo divertido”, también son un «nuevo idioma» que comunica a todo el mundo, incluso en la comunicación entre los jugadores de casino, donde de alguna manera los pintorescos emoticones están relacionados con el blackjack online.
Shigetaka Kurita nunca imaginó que esta singular creación, sería tan popular mundialmente, ya que las hizo pensando en el público japonés. Para el honor de su creador, los 176 primeros emojis ya forman parte del Museo de Arte Moderno.
Historia de un lenguaje moderno
Los emojis fueron tan exitosos en Japón que compañías Google, Apple y algunas otras, buscaron la oportunidad de incorporarlos en sus plataformas.
En 2007, el equipo de software de Google solicitó que estos símbolos fueran reconocidos por el Consorcio Unicode, un grupo sin fines de lucro integrado por compañías de tecnología. Este organismo es responsable de mantener un estándar de codificación de caracteres para facilitar la información, transmisión y visualización del emoji en diferentes plataformas.
En 2010 se aceptó la propuesta y los emojis fueron incluidos en todas las plataformas. Definitivamente, se convirtieron en personajes de un nuevo lenguaje. En 2011, Apple agregó un teclado especial para estos pequeños personajes, y rápidamente, Android hizo lo mismo dos años después.
Entre 2012 y 2015, el Consorcio Unicode se encargó de agregar algunas reglas para regular el uso de estas pequeñas caricaturas. Por ejemplo, las imágenes deben llevar un borde negro para diferenciarlas del fondo, los animales siempre miran hacia la izquierda, y el más importante, todos los emojis deben medir como máximo 18×18 píxeles.
En 2015, fue posible cambiar el color de la piel de algunos de los emojis. En 2018, aparecieron varios símbolos culturales respecto de gastronomía, religión, banderas, familias, raza, fauna, flora, vestimenta u oficios, todos solicitaban el símbolo digital de su cultura. Los múltiples cambios en estos pequeños personajes, se debieron a las necesidades del mercado, a la diversidad cultural y a los pedidos de los usuarios.
Los antecesores de los Emojis
Los emoticones, predecesores de los emojis, con los que se muestran expresiones faciales por medio de signos de puntuación, curiosamente nacieron de la dificultad de distinguir entre bromas y publicaciones serias en un tablero digital de mensajes de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburg, Pensilvania, Estados Unidos.
Resulta que el profesor Scott Fahlman comenzó a introducir símbolos como 🙂 y :-(. Luego les dijo a sus alumnos que lo lean “de lado”. Rápidamente, se volvió tendencia en toda la universidad y pronto los emoticones comenzaron a expresar satisfacción o disgustos.
En unos meses los estudiantes crearon sus propios emoticonos para expresar muchas emociones. En poco tiempo “se hicieron virales”. De acuerdo a su uso en las plataformas digitales, podemos decir que los emoticones nos seguirán acompañando en un futuro cercano.
Los emojis y la era digital
Con la llegada de nuestros protagonistas al mundo de internet, cambió significativamente la comunicación entre las personas. La tecnología y la comunicación instantánea de los individuos en el planeta mediante diferentes dispositivos, tablets, computadoras y móviles, le dieron un papel protagonista a “esta expresión digital” que hoy conocemos como emojis.
Estas pequeñas imágenes se usan en el intercambio electrónico para expresar nuestras emociones, sentimientos, ideas, y de alguna manera, es para “entendernos mejor” en un mundo completamente digitalizado. Muchos lo describen como una forma de “humanizar la comunicación en tiempos de internet”.
Por cierto, en esta era digital, internet es la influencia dominante, la comunicación por correo electrónico crece exponencialmente y el teléfono móvil parece “una extensión de nuestro cuerpo”. Estas simpáticas imágenes han podido satisfacer de forma adecuada las necesidades de esta creciente industria de dispositivos móviles. Todos quieren participar en esta moda que no es pasajera, sino que cada vez más, estas pequeñas imágenes intervienen en nuestras conversaciones.
Cabe destacar que gracias a la intervención de una compañía norteamericana que comenzó a utilizar puntos de código, todos podemos ver el mismo emoji, aunque usemos diferentes dispositivos.
En la actualidad el Consorcio Unicode es el organismo responsable de los puntos de código, y de todo lo relativo a estas imágenes en general.
En esta época en que la era digital está en constante crecimiento, los emojis y los emoticones enriquecen la comunicación de tal manera que todo el mundo quiere participar en el uso de estas pequeñas imágenes tan particulares. La cantidad de uso diario llega a billones en todo el mundo.