Dos de los cinco estudiantes secundarios posadeños que se accidentaron durante el mediodía del jueves en la costanera de Posadas, cuando se dirigían a una clase de educación física, continúan internados en terapia intensiva del Hospital Ramón Madariaga, sedados y bajo asistencia respiratoria mecánica.
Luca Ceballos y Juan Cruz Martínez sufrieron traumatismo de cráneo severo. En el caso de Ceballos la hipertensión en la zona indica su punto de mayor preocupación, además del neumotórax por el aplastamiento del golpe.
Se informó también que Máximo Federmann, de 16 años, mejoró y se lo mantiene en observación en sala común. Los heridos restantes, Tomás Mieres y Damián Cura, fueron dados de alta el jueves por la tarde con fracturas y heridas que necesitarán de rehabilitación con traumatólogos, entre otras especialidades médicas.
Hasta el momento, la investigación de lo sucedido continúa caratulada como “lesiones graves en accidente de tránsito”, bajo la intervención del juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón.

Mientras la conmoción se mantiene y se realizan cadenas de oración y pedidos para donar sangre para las víctimas, ayer se avanzó con mayor precisión sobre las circunstancias del siniestro vial y los factores que influyeron de manera directa en el impacto y vuelco del Peugeot 207 en el que los alumnos de quinto año del colegio Santa María transitaban rumbo al polideportivo y quinta de la institución en el cruce de las avenidas Zapiola y Centenario.
La velocidad en que circulaba el automóvil con los menores de edad (cuatro de 17 y uno de 16) no fue precisada aún pero los primeros análisis apuntarían a un exceso del límite permitido para la costanera (30 kilómetros por hora). También se estudia la ubicación de la camioneta utilitaria Hyundai blanca a la altura de la rotonda de intersección de la avenida Comodoro Rivadavia (continuación Santa Catalina) antes del impacto del Peugeot 207.
Tras la colisión del automóvil, la camioneta sin ocupantes subió a la vereda del carril sobre la costa del río y frenó entre 25 y 30 metros más adelante. Mientras que el Peugeot salió despedido hacia la izquierda, volcó y finalizó en la vereda opuesta y a una distancia similar a la mencionada en cuanto a la utilitaria. La llovizna del momento también se sostiene como factor en el accidente de manera destacada sobre el derrape sin posibilidad de eficacia en el frenado.