En la comunidad Tataendy, situada en Puerto Mado, continúan los problemas que trascendieron públicamente a partir del incendio de la casa del cacique Néstor Fabián Benítez, quien el último martes denunció policialmente por el hecho a una vecina, quien posteriormente negó esa acusación.
Desde el Equipo Misionero de Pastoral Aborigen (EMiPA) señalaron que el último viernes comenzaron a machetear el monte al lado de la casa quemada e incluso detectaron que habían arrojado herbicida en una zona cercana a la vertiente de la cual se abastecen.
Para EMiPA, “la persecución sistemática a la comunidad Tataendy no cesa desde enero y, al parecer, no bastó con quemar dos casas y poner en riesgo la vida de sus habitantes, sino que al día de hoy los violentos vecinos continúan intrusando y violentando el territorio ancestral indígena en complicidad de la Policía de Misiones”.
Desde la comunidad aborigen también presentaron una nota dirigida al ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, en la cual denunciaron “violencia institucional, solicitando que se tomen medidas al respecto y también una audiencia”, ya que entienden que los policías que intervinieron en ocasión del incendio y en el llamado ante los hechos posteriores incurrieron en “omisión de deberes de funcionarios públicos, actos y conductas discriminatorias”.
Vale puntualizar que Graciela Martínez, vecina señalada por el cacique de la comunidad Tataendy de haber quemado la casa donde él vivía con su mujer y sus siete hijos, se había comunicado con este medio para desmentir que ella causó el incendio y además indicó que el terreno donde transcurrieron los hechos le pertenece a ella.
La mujer vive sola con sus tres hijos en un predio de seis hectáreas, que afirma es propiedad de su hermana y donde antes funcionaba un camping que pretende volver a ponerlo en marcha.
EMiPA recordó que el territorio en el que se encuentra la comunidad mbya fue relevado por Ley 26160, que constituye Propiedad Comunitaria Indígena y, por tanto, las comunidades que allí residen, que hoy son cuatro en total, tienen derecho sobre el mismo.
Dalmacio Ramos, mburuvicha de Ychyry, lamentó lo que pasó en Tataendy, que se encuentra dentro del mismo territorio: “Les quemaron todo, incluyendo los documentos de identidad. Eso marcó mucho a la comunidad, sobre todo a los niños, ellos sufren demasiado”, sentenció.