En el mundo de la gastronomía, la innovación es una constante, y a veces las recetas más inesperadas son las que sorprenden y deleitan los paladares más exigentes. Recientemente, ha surgido una sensación culinaria que está causando furor en las redes sociales: la Chipa (o bizcocho) “montaña rusa”.
Esta original creación es una fusión entre dos clásicos de la cocina latinoamericana: el pan de queso brasileño y la chipa. El resultado es un bocado esponjoso, cremoso y con un sabor inigualable.
La preparación de la “montaña rusa de chipa” sencilla y no requiere de muchos ingredientes, lo que lo convierte en una opción accesible para cualquier persona que desee experimentar en la cocina. Con tan solo unos pocos pasos y un poco de tiempo en el horno, es posible disfrutar de este manjar en casa, ya sea para el desayuno, la merienda o como acompañamiento de una buena infusión.
Cómo cocinar la montaña rusa de chipa
Ingredientes
- 3 huevos
- 1 taza de aceite
- 1/2 taza de leche
- 2 tazas de fécula de mandioca
- Sal y pimienta al gusto
- Queso rallado (opcional, para espolvorear por encima)
Preparación
Precalentar el horno a 180°C (350°F).
En una licuadora, combinar los huevos, el aceite, la leche y la fécula de mandioca. Licuar hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos. Sazonar con sal y pimienta al gusto.
Engrasar una placa para horno. Verter la mezcla de la licuadora sobre la placa y, si lo deseas, espolvorear un poco de queso rallado por encima.
Hornear durante 15-20 minutos, o hasta que el bizcocho esté dorado y ligeramente inflado. El nombre “montaña rusa” se debe a que el bizcocho tiende a levantarse y tomar una forma irregular durante la cocción.
Retirar del horno y dejar enfriar unos minutos antes de cortar y servir.
Consejos:
Para un sabor más intenso a queso, puedes utilizar queso parmesano o queso reggiano en lugar del queso mozzarella.
También puedes agregar otros ingredientes a la masa, como hierbas frescas picadas, tomates secos o aceitunas negras.
Si no tienes fécula de mandioca, puedes sustituirla por harina de tapioca o harina de arroz.
El bizcocho salado se conserva fresco durante varios días a temperatura ambiente. Puedes calentarlo en el horno o en el microondas antes de servirlo.