Para optar por el título de Máster en Neuropsicología en la Universidad de Nebrija, en Granada, España, elegí como trabajo final analizar las metodologías para la rehabilitación de las funciones cognitivas en casos de pacientes psiquiátricos y neuropatológicos, la tarea fue laboriosa, encontrarme con casos de psicosis, esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo, adicciones y trastornos límite y antisocial de la personalidad hacía que revisara cada momento de mi vida y de la vida de otras personas conocidas, allegadas, pacientes pasados y presentes.
Ver la conexión que existe entre el comportamiento humano y las diferentes “patologías” hace que sintamos tal vez culpa, liberación, escusas, razones, necesidades y análisis de pasos a tomar, por sobre todas las cosas, decisiones y acciones a seguir.
Qué tratamiento implementar, ir por la medicina tradicional, ¿tratamiento farmacológico y psicoterapia?, tratamientos innovadores, ¿tecnología inteligente y terapia grupal?, o quizás también, terapias complementarias, cosas que no muchos creen pero que a varios les sirve. Son muchas las oportunidades que tenemos para trabajar con las consecuencias de la desconexión que transitamos las personas en la búsqueda de ya no me acuerdo bien qué.
Las amnesias como síntoma de los trastornos neuropsicológicos y no como un hecho aislado fue uno de los postulados que se desprenden del análisis realizado y el abordaje de las amnesias ejercitando las funciones cognitivas desde saberes que realmente representen un interés genuino a la persona, haría que esa desconexión no cobre tanta vida o no se consolide definitivamente como un hecho fáctico.
Orientar a las personas que transitan neuropatologías es tan importante como guiar a las personas que acompañan a pacientes neuropatológicos, ya que el contexto que contienen o vivencian dichos pacientes resulta clave para su rehabilitación y recuperación. Sin embargo, a veces se cree, que no es problema de los demás y está bien, porque no es un problema y porque no son los demás.
En realidad, se trata de los allegados, familiares, amigos, pareja, hijos. Eso no califica como los demás sino más bien como los afectos (los que definen el entorno afectivo), parte necesaria para constituir un ambiente para la sanación.
Por otro lado, “problema” visto desde la vereda del frente se llama oportunidad, para vernos, verle al otro, para aprender, para incorporar, para salir y conocernos.
Las oportunidades nuevas y entornos afectivos las constituyen las personas más cercanas al paciente neuropatológico. De pronto, sabiendo un poco podemos hacer mucho.
Por último, ver cómo en la naturaleza los bosques y las selvas responden a eventos climáticos fuertes o desastres naturales cuando más consolidados se encuentran, cuando no queda lugar en el suelo para un árbol, madriguera o nido más. Saber que sostenernos habla de involucrarnos, como podamos, con conocimiento y sabiendo que la naturaleza ya lo sabe, ya lo hizo y para eso está, incorporemos naturaleza en nosotros, en nuestros patios, jardines, parques y reservas, incorporemos conocimiento.
Mgter. Anahí Fleck
Maestrando en Neuropsicología. 0376-154-385152