Red Puentes Misiones forma parte de un proyecto federal que tiene sede en distintas provincias. Es parte del Programa de Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario” (CAAC) conveniado con la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (Sedronar) que en Misiones tiene su lugar físico en Alvear 1504.
La “Casa” Red Puentes Misiones, como es conocida, lleva adelante un abordaje comunitario e integral en el acompañamiento de casos de consumos problemáticos y personas en situación de calle.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Victoria Weirich, licenciada en Trabajo Social y parte del equipo compartió que “entendemos que el consumo problemático no es un problema individual, sino que involucra a toda la comunidad que la rodea, más allá incluso de su entorno más cercano”.
“Hoy estamos acompañando entre 10 y 12 personas, pero no todos los días van todos, hay días que sí y días que no porque la particularidad que tiene también este tipo de acompañamiento es que es puramente a voluntad de la persona”, agregó.
La trabajadora compartió que con este grupo se encuentran acompañando un proceso que ya lleva aproximadamente un año y medio. El principal requisito es ser mayor de 18 años. “Trabajamos con hombres, mujeres y disidencias, en la población de trabajo de ahora el más joven tiene 19 años y los más grandes rondan entre los 40 y 50 años”.
“Estamos muy satisfechas porque es muy difícil que una persona que está en una situación de consumo problemático decida sostener un tratamiento más de un año de forma voluntaria. Es algo que todavía a las instituciones les cuesta por la obligatoriedad o por tener postura más punitivista o prohibicionista del consumo”, resaltó.
“Creo que el hecho de que nosotros no prohibamos el consumo, sino que busquemos la disminución genera que ellos se sientan más cómodos de asistir a nuestra casa, que no encuentren tantas restricciones, aunque también hubo muchas personas que decidieron dejar de ir o que nosotros identificamos que no podíamos acompañar porque no teníamos las herramientas suficientes o eran situaciones más complejas”, contó.
El equipo
El equipo está integrado por psicólogas, trabajadoras sociales, talleristas y facilitadores que trabajan en la casa acompañando la convivencia.
“Se trata de una casa de día, no hay lugar para pernoctar. El eje es la convivencia, comemos juntos: hay desayuno, almuerzo, merienda. También se cuida la higiene personal, el mantenimiento de la casa y se brindan talleres”, explicó Victoria.
Al momento, se desarrollan tres talleres: “El martes tenemos el taller de boxeo, el miércoles el taller de artes plásticas y los viernes tenemos un taller de radio comunitaria”, detalló Weirich.
“Los talleres, así como la convivencia, buscan brindar un acompañamiento terapéutico en donde se prioriza un abordaje vinculado a la salud mental”, añadió.
En relación al consumo problemático aclaró que “lo primordial es la reducción de riesgos y la reducción del consumo. En ese sentido, el deporte ocupa un lugar importante porque tiene mucha descarga de energía, de poder limpiar el cuerpo de los consumos, descargar todo el estrés que produce la situación de estar en la calle”, describió.
A su vez, manifestó que se trabaja fuertemente la identidad: “Es importante que puedan recorrer y recuperar sus propias historias que quizás, al estar en situación de calle, se van disolviendo al sentirse excluidos por la sociedad. También se trabaja el sentido de pertenencia para con la casa, hace poco pintamos, por ejemplo, un mural en la casa en donde volcamos cuestiones que veníamos abordando o que trajimos de otros lugares”.
El taller de radio, por su parte, “es un espacio de expresión para poner en palabras las distintas experiencias que atraviesan estando en la calle y visibilizarlas”, manifestó.
También cuentan con un consultorio para espacios de escucha individuales, aunque, la trabajadora aclaró que “es a demanda de ellos y es un proceso. Al principio cada uno tenía su sesión con las psicólogas, pero después comenzamos a trabajarlo de manera más grupal y comunitaria”.
Sostener estos espacios
La trabajadora social señaló que “hay pocos lugares que aborden al consumo problemático de esta manera y, aun menos lugares que aborden la problemática de personas en situación de calle, más allá de un hospedaje nocturno. Hoy lo institucional, para personas en situación de calle, pasa mucho por un alberge, pero no trabaja la problemática de fondo, entonces, poder sostener estos espacios permite trabajar con las personas a partir de sus subjetividades, de sus vivencias, sus lazos familiares”.
“Muchas veces en la magnitud se pierden o se despersonifican muchas realidades por no poder atenderlas de modo más personal, por eso también el número reducido de personas con las que trabajamos”, finalizó.
Recorte de presupuesto y búsqueda de un nuevo espacio
Victoria relató que, hasta diciembre del año pasado, el espacio abría sus puertas 4 veces a la semana pero que, debido a los recortes, este año debieron reducir sus actividades a tres días: los martes de 8 a 13 horas, y los miércoles y viernes de 13 a 18 horas.
“No estamos exentos de la situación del país, y si bien el programa continuó, que era un temor que teníamos, se congeló el presupuesto que percibíamos desde diciembre, lo que implicó que tengamos que reducir nuestras horas de trabajo y los servicios que brindábamos a la población”, remarcó.
“También recibíamos alimento por parte de Desarrollo Social y eso también se recortó, entonces tenemos que sacar fondos de lo que nos envía Sedronar para eso”, añadió.
“Estamos estableciendo diálogo con diferentes espacios de la Provincia y la Municipalidad para obtener más recursos que nos permitan no solo continuar con quienes ya venimos trabajando, sino también poder recibir a más personas en la casa”, subrayó.
Por otra parte, Weirich comentó que se encuentran en la búsqueda de un nuevo espacio porque a finales de junio se les termina el contrato de alquiler: “Sabemos de antemano que nuestro presupuesto no nos va a alcanzar para un alquiler nuevo, así que estamos en gestiones de conseguir a donde vamos”, indicó.
“Estamos empezando a golpear puertas, sobre todo de espacios de la Provincia y la Municipalidad, para ver si conseguimos algún espacio físico o algún financiamiento para continuar nuestras actividades, esa es nuestra mayor preocupación ahora”, expresó.