Lía Montel de la Roche está en la búsqueda de su identidad. Sabe que nació en Misiones y que luego fue trasladada a Córdoba mediante una adopción irregular. Sin embargo, son más las preguntas que las respuestas que sobrevuelan sobre su vida y hoy se encuentra en la misión de encontrar mayores certezas.
“Nací en Misiones, me llevaron de bebita a la ciudad cordobesa de Arroyito y hace 13 años que estoy en San Francisco. A mi mamá se le complicaba adoptar porque era divorciada y entonces en Córdoba no podía; un amigo de mi abuelo que era médico y hacía su residencia de especialidad en el hospital Samic, de Misiones, le dijo que se anote allá”, explicó en una entrevista con La Voz del Interior.
Según su acta, Lía nació en Eldorado y fue trasladada desde el Hospital Samic, pero desconoce si su madre biológica la dio a luz allí o si simplemente fue un punto de encuentro.
Aunque mantiene una buena relación con su madre adoptiva, decidió no hablar más sobre su origen con ella. La familia se completó con su hermana Iris, también adoptada, pero su historia es diferente.
Un camino a través de la literatura
Con toda la carga sentimental y motivada por los hechos sobre su búsqueda, escribir se transformó en una forma de vehiculizar sus sentimientos. Así nació el libro Mientras me encuentro. En esas páginas, que se presentarán el 28 de junio en el Centro Cultural de San Francisco a las 20:30, Lía cuenta lo confuso que resulta develar su origen.
“Me dijeron que el médico le pidió a una enfermera que encontrara una bebé para su madre. Ni bien nací me la dieron y estuve 15 días en la casa de los padres de esa enfermera donde después me buscó mi madre adoptiva”, explicó Lía al mismo medio cordobés.
En 2020, se dio un punto de quiebre y Lía retomó la investigación para conocer la verdad. Accedió al expediente de adopción, donde encontró lo que considera adulteraciones, y en el acta de guarda hay datos que en realidad corresponden a un hombre del sur del país.
“Decidí que tenía que averiguar como fuera. Incluso mi hermana también quiso hacerlo y encontré a su mamá en un solo día; ellas se conocieron, también es de Eldorado y la entregó voluntariamente. Hablé con la enfermera y le pedí que me cuente cómo fue que me recibió y entregó después. Ella me dijo que estaba trabajando y le avisaron que estaba la bebé que un médico había pedido para una amiga. Con una médica la llevaron a la casa de sus padres y la cuidaron. Le pregunté si entonces no me habían robado, pero hasta el día de hoy no lo asume así”, relató.
Con la ayuda de un abogado, Lía sigue adelante, esperando que un proceso judicial por supresión de identidad esclarezca las irregularidades en torno a su adopción.
Mientras tanto, lucha contra la idea de “no saber si uno es de allá o de acá”. Esta incertidumbre sobre su origen le ha causado un profundo impacto emocional.
“No sé si mi mamá tiene la verdad absoluta en todo, pero sí en algunas cosas. Me llevó tiempo pero la perdoné”, concluyó