¿Sabías que pasar del postre de manzanas a los hipopresivos, a la terapia cuántica para luego aprender de los cristales y ver una noticia de algún piquete en el país sumándole una crecida del río en Brasil puede ser un cóctel peligroso?
¿Qué sentiste mientras leías?
Volvé a leerlo sintiendo tu cuerpo. Esto es lo que nos pasa a diario cuando buceamos en las redes sociales, buscando algo nos perdemos inevitablemente, nos distraemos de nuestro objetivo con tanta oferta, así es cómo nuestro cerebro se congestiona, pero además se desorienta porque no hay nada claro y coherente a seguir. Me pierdo, pierdo el foco, el rumbo, quedando aún más confundida.
Además pensamos que estamos conectados y lo único que sucede es que nos desconectamos, pensamos que nos relacionamos y es solo una ilusión, pensamos que sabemos y meramente repetimos lo que leemos. ¿Entendés lo que sucede?
No solamente nos apartamos de los ‘otros’ sino que también quedamos divididos, apartados de nosotros mismos viviendo en una ilusión, que es un mero reflejo de la realidad.
Viviendo desde el reflejo pensamos que estamos, pero no. Estamos dormidos, automatizados, condicionados por una realidad parcial y así nuestra conciencia lentamente se va apagando.
Quedando desconectados de nuestra esencia, de nuestro ser, de la chispa de vida comienza a surgir la ansiedad, la indecisión, el miedo toma el comando y nuestro ser, acallado y aprisionado. No tiene manera de despertarnos, es más, comenzamos a sentir que es peligroso despertar y salir de la manada, corremos aún más peligro de quedarnos solos y ser excluidos por la diferencia.
Ni ondas, ni impulsos, ni ideas propias, todo va variando al ritmo de los otros, de los de afuera, entonces mientras tanto en este frenesí del vivir que nos imponemos para estar al día con las noticias, con el dólar, con lo último en sanación para ver si podemos resolver lo de papá y mamá sin hacer el proceso, lo único seguro es perdemos y quedarnos ausentes de nuestra vida, de nuestro tiempo, de nuestro lugar.
Así, vacíos de tiempo de amor y de autocontenido personal, volvemos a caer en una angustia existencial que no se irá llenándola desde afuera o mágicamente.
No hay meditación, programación limpieza de chacras, canalización u ondas sonoras que nos devuelvan nuestra vida, que por cierto siempre se vive desde adentro. Ese es el desafío: “Atravesar las ilusiones del yo”.
Patricia Couceiro
Máster en Constelaciones
Whatsapp 3764-829015