En una sesión decisiva, el Senado argentino aprobó en general la reforma fiscal impulsada por el Gobierno, pero rechazó dos de sus capítulos más controvertidos: los cambios en el impuesto a los Bienes Personales y la restitución del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría.
Con 41 votos en contra y 31 a favor, la Cámara Alta hizo caer el título completo de Ganancias. Las modificaciones propuestas buscaban que más de un millón de empleados en relación de dependencia con ingresos brutos a partir de $1,8 millones volvieran a pagar el gravamen.
A pesar de este rechazo, el oficialismo no se dará por vencido y planea insistir con estos cambios cuando el paquete fiscal vuelva a ser tratado en la Cámara de Diputados.
De momento, sigue vigente la reforma presentada anteriormente por el exministro de Economía y actual candidato a presidente, Sergio Massa. Según esta, ningún trabajador con un sueldo bruto inferior a 15 salarios mínimos ($2.340.000 en la actualidad, actualizable recién en julio) está alcanzado por el tributo. Esta medida ha sido crucial para aliviar la carga impositiva de muchos trabajadores, aunque ha generado críticas por su impacto en la recaudación fiscal.
El rechazo en el Senado también afectó el título 3 que modificaba Bienes Personales. Este capítulo proponía una baja de alícuotas, la eliminación de las diferencias entre bienes locales y en el exterior, y otorgaba beneficios para quienes pagaran por adelantado. Estas modificaciones estaban diseñadas para simplificar el sistema y fomentar el cumplimiento voluntario, pero no lograron el apoyo necesario en la Cámara Alta.
Capítulos aprobados
No obstante, otros aspectos de la reforma fiscal sí fueron aprobados. Entre ellos se encuentran el Régimen de Regularización de Obligaciones Tributarias, Aduaneras y de Seguridad Social, el Régimen de Regularización de Activos, el Impuesto a las Transferencias de Inmuebles de Personas Físicas y Sucesiones Indivisas, el Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor y los cambios en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes (Monotributo).
La restitución del Impuesto a las Ganancias es uno de los temas más controvertidos de la reforma fiscal. El oficialismo busca reintroducir este gravamen con varias modificaciones clave. Los empleados solteros sin hijos estarán alcanzados por Ganancias si su remuneración bruta mensual supera los $1.800.000, mientras que para un casado con hijos, el umbral sería $2.300.000.
Además, las deducciones personales y las escalas del impuesto se ajustarán una vez al año por inflación a partir del período fiscal 2025.
Las deducciones personales se incrementarían entre un 183,75% y un 186,65%, con una deducción especial para que el aguinaldo esté exento del pago del gravamen. Las escalas del impuesto también se actualizarían en línea con la variación de precios, con ajustes mayores para los tramos más altos de ingresos.
En cuanto a Bienes Personales, el proyecto rechazado establecía un nuevo mínimo no imponible, elevándolo de $27 millones a $100 millones, y hasta $350 millones para la vivienda única y familiar (actualmente en $56 millones).
Las alícuotas se igualarían para bienes radicados en Argentina y en el exterior, y bajarían progresivamente de 0,5%-1,5% en 2023 a 0,25% en 2027. También incluía beneficios para contribuyentes cumplidores entre 2020 y 2022 y para quienes pagaran cinco años por adelantado.