Con nuevos reclamos a los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas, se abrió ayer la tercera audiencia del juicio oral a Néstor Fabián Rojas, conocido como “El Negro” e imputado por asesinar a balazos a su presunto colaborador en el tráfico y transporte de estupefacientes en Gobernador Roca, Aldo Andrés Cantero (31) ocurrido el 5 de agosto de 2018.
Fue Marco Aurelio Racagni, defensor oficial del Juzgado Federal de Oberá y designado como representante legal de Rojas, quien insistió en que la modalidad virtual que tiene el debate con jueces, acusados y testigos y parte de la fiscalía conectados remotamente desde Chaco, Formosa, Corrientes y Buenos Aires, “no garantiza el derecho a la defensa en juicio” porque se le rechazó al encartado y ahijado legal poder realizar preguntas a los testigos citados a declarar.
“Además, sin testigos presentes en la sala y además no poder observar su rostro para poder preguntar y repreguntar se mutila el derecho de defensa y no se obtiene un juicio justo”, resumió Racagni al presidente subrogante del TOF Posadas, Víctor Alonso (Corrientes).
Tras el cuarto intermedio para analizar la respuesta al defensor oficial, Alonso y los vocales Enrique Jorge Bosch (Chaco), Fermín Amado Ceroleni (Corrientes) y Eduardo Ariel Belforte (Formosa), retornaron con la negativa y se inició la etapa de incorporación de prueba en el debate a partir de las declaraciones testimoniales.
Cinco integrantes de la Prefectura Naval Argentina de la zona Alto Paraná declararon sobre su participación como investigadores detrás de los movimientos de “El Negro” Rojas en la costa ribereña de Montecarlo, donde presuntamente recogía y acopiada bultos con ladrillos de marihuana prensada ingresados desde Paraguay.
Rojas está acusado de matar a tiros a Aldo Cantero en su casa y taller mecánico de Gobernador Roca, pero también por descubrirse en el escenario del crimen poco más de 1,8 toneladas del estupefaciente mencionado adentro de un pozo debajo de una casilla de herramientas.
Por el tráfico de drogas también está imputado y es juzgado Pablo Antonio Campos Retamar, bonaerense de Ciudadela y alojado en un módulo del complejo penal de Marcos Paz, quien habría oficiado como destinatario de los embarques narco que pergeñaba y ejecutaba el misionero Rojas.
Los cinco pesquisas de la PNA declararon conectados a la aplicación de videoconferencias Zoom solo con audio, como una de las extremas medidas de seguridad tomadas en torno a este debate. Como ejemplo de la rigurosidad tomada, una decena de efectivos de Gendarmería Nacional custodian la sala de debates del TOF de Posadas, en los ingresos con detectores de metales y con custodia fija a cada uno de los integrantes del Ministerio Fiscal.
Casi un año
Los testigos entre septiembre de 2017 y agosto de 2018, como integrantes de la división “Inteligencia Criminal” en Eldorado, siguieron los movimientos de contrabandistas en los alrededores del puerto natural “Kimmich” en Montecarlo.
De los primeros contactos con pobladores de la zona, establecieron que “El Negro” Rojas se habría presentado como paraguayo y pagaba para que le avisaran vía celular cuando las patrullas de fuerzas de seguridad se aproximaban o recorrían los puntos donde escondían los paquetes de marihuana a corta distancia de la costa del río Paraná.
De las escuchas autorizadas desde el Juzgado Federal de Eldorado se amplió el seguimiento y determinaron que, desde Montecarlo en automóviles, trasladaban estupefacientes en sentido norte-sur hasta (siempre sobre la ruta nacional 12) un inmueble alquilado en Hipólito Yrigoyen y desde allí al último punto de acopio, en la chacra y taller de Aldo Correa en Gobernador Roca a menos de dos kilómetros de la ruta desde donde partían los embarques acondicionados a provincia de Buenos Aires, según se indica en el expediente.
Tras la muerte de Aldo Cantero, el secuestro de la marihuana y la detención de Rojas, pocos días después en una cabaña turística en Posadas, donde ocultaba tres kilogramos de cocaína y estaba acompañado por una adolescente menor de edad paraguaya, la investigación de Prefectura fue considerada como concluida.
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Los prefecturianos que declararon ayer también coincidieron en los vehículos que Rojas y sus supuestos “subalternos” utilizaban como herramientas de transporte. Pero también fueron precisos en el rol del misionero: “Rojas indicaba lo que hacer, dónde buscar, los caminos que se debían tomar, los horarios, la ruta, todas las tareas se realizaban a partir de sus órdenes”, resumió uno de los investigadores.
Otro de ellos fue aún más contundente: “En Kimmich los pobladores de alrededor no se querían identificar pero aportaron datos sobre ‘el paraguayo Carlos Daniel Sosa’, que recibía droga en la zona. Así obtuvimos el presunto número de celular de este cabecilla y determinamos que se trataba de Néstor Fabián Rojas”.
Del seguimiento se marcaron personas, transportes y puntos de acopio de ladrillos de cannabis sativa. “Rojas les daba las instrucciones a todos los participantes”.
Establecieron y registraron imágenes de un Fiat Siena blanco, un Renault Logan azul (propiedad de Aldo Correa), un Renault Clio y un Chevrolet Cobalt, como los medios utilizados para esconder y mover la droga pero también para escoltarla. Uno de los testigos también remarcó que de las escuchas no surgieron datos de tráfico de cocaína con nexos entre Rojas y Aldo Cantero como proveedores. “No recuerdo ninguna conversación sobre ese tipo de actividad”.