Con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ya sobre la mesa, comerciantes y empresarios empiezan a trazar su hoja de ruta bajo un dilema: ¿es una recuperación gradual de la economía o la inflación llegó a un piso con ese 4,2% que publicó el INDEC el pasado jueves?
En principio, desde el sector comercial misionero aseguran mirar “con buenos ojos” este número y reconocen que varios precios de comestibles y artículos para el hogar se mantuvieron en los últimos meses.
“Nosotros, para la última quincena de mayo, habíamos dicho que la inflación en mayo se había frenado bastante”, explicó el supermercadista, Nelson Lukowski, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones. “A pesar de que por ahí algunos productos han tenido algún pequeño ajuste, la mayoría se está estabilizando y en la parte alimenticia es poco lo que ha subido en el mes de mayo”, agregó.
Aceite, azúcar, arroz son algunos de los productos que, según Lukowski bajaron los precios, hasta un 20% pero que, a pesar de estos retrocesos, las ventas aún no se recuperaron, debido a que el poder adquisitivo de las personas todavía no se recupera.
“Pero dentro de todo, la gente está consumiendo; incluso productos como la carne, que ha salido mucha oferta del cerdo, debido a que se paró un poco la exportación porcina, entonces lo están volcando al mercado interno, pero esperemos que se vaya mejorando”, señaló.
En un caso diametralmente opuesto, el comerciante indicó que los quesos y algunos derivados lácteos subieron considerablemente en las últimas semanas, por lo que recomendó dejar de consumirlo, por lo menos, en los próximos dos meses, hasta que “se corrija los precios”.
Párrafo aparte se merecen los yogures, ya que los comercios empezaron a publicar ofertas de hasta un 40% de estos productos. “Esto es porque es un producto que tiene que venderse rápido, tiene 30 días como máxima durabilidad. Entonces, al no venderse, las empresas también tienen que sacar la oferta”, remarcó.
El siguiente mes
La inflación publicada esta semana mantuvo la tendencia descendente que traía en los últimos meses, siendo el más bajo desde enero del 2022, cuando este fue del 3,9%. No obstante, analistas alertan que el próximo mes ya será otra la medición y que volvería a subir nuevamente, aunque sea levemente, a causa del ajuste de tarifas de servicios e incremento de combustible, entre otras cuestiones.
Lukowski, por su parte, mantiene una perspectiva más optimista de la situación y opinó que la economía todavía atraviesa una etapa de acomodamiento de precios. “Ustedes fíjense la variación que hubo la semana pasada a esta semana, con toda la expectativa que había por la Ley Bases y los valores de una cosa y de otra, que suben, que bajan, que después siempre están repercutiendo en el mercado interno”.
Para esto, remarcó, es necesario que la tendencia se mantenga, por lo menos, hasta fin de año, sin que los precios se disparen. “No se olviden que veníamos con dos años de inflación de todos los meses y, por ahí, uno percibe también en la gente que viene y ve que, salvo aquellos productos que sean pura y exclusivamente de temporada, que por problemas climáticos suben, más que nada tema de frutas y verduras, los precios están lo mismo que el mes pasado y encontraron también mucha baja en las góndolas, entonces, también hay que apuntar a eso”.
El empresario posadeño agregó además, que considera que el Gobierno nacional debería sentarse a negociar con “los grandes monopolios” para que los precios no vuelvan a “dispararse”.
Asimismo, dijo que cree que la inflación que se publicará el próximo mes, tendrá un alto componente en servicios e impositivo. “Creo que el ajuste para estos meses que vienen no va a pasar justamente por la canasta básica o sea de productos alimenticios, sino por la parte de servicios y la parte de impuestos”.
Hábitos de consumo
La suba de precios de los últimos meses influyó fuertemente en los hábitos de consumo. Dosificar las compras, recortar en productos que no son fundamentales y pasar a segundas marcas fueron algunos de los cambios que tuvo que llevar adelante el cliente.
Lukowski señala que hay también influencia por parte de los comerciantes a que esto suceda y tomó como ejemplo cuando, en octubre y noviembre del año pasado, recomendaban “stockearse” de mercadería porque sabían lo que se venía.
“Bueno hoy no se le está diciendo a la gente eso. Se le está diciendo más bien que compre con cuidado y atento a los precios que irán bajando y eso ha ocurrido en estos últimos dos meses”, apuntó.
Por otra parte, reconoció que crecieron las ventas de productos de “segundas marcas” y que son los que actualmente lideran en la región del NEA.
“El consumidor que viene y tiene un gasto promedio entre 10, $15 mil por día y por ahí, haciendo sus compras semanal o quincenal está especulando mucho, por sobre todas las cosas y buscando ofertas que es lo que está habiendo mucho”.
Para mantenerse en competencia, aseguró Lukowski, las empresas más grandes empezaron a sacar segundas marcas también. “Se producen en la misma fábrica y a veces la calidad es la misma, pero como no pueden bajar el precio, sacan una marca paralela”, señaló y agregó al respecto, “hay un fideo que sale $2.000 que compite con otros de la misma calidad, a $1.100, $1.200 y ellos tienen que vender”.
Finalmente, el comerciante expresó que se mantiene tranquilo, ya que “hemos atravesado situaciones ya parecidas a esta, incluso peores, porque realmente han sido peores las anteriores”, pero que igualmente apuntan a que la inflación continúe bajando y que la economía mejore. “Se nota en el ánimo de la gente de que ese es el deseo de todos”, afirmó.
“Todos tenemos que poner nuestro granito de arena”
El comerciante no dudó en apuntar contra empresarios que especulan con los incrementos para inflar de forma desmedida los precios, algo que, asegura, ya sucedió desde fines del año pasado.
“Yo creo que acá también se van a trasladar los aumentos de los servicios a las góndolas, pero entre todos debemos poner nuestro granito de arena si queremos realmente que este país salga adelante”, señaló.
En esa línea, tomó como ejemplo el último aumento de combustibles que tuvo lugar a principio de mes y que no impactó en los precios de los comestibles.
“Eso también significa que muchos tienen inflado su precio. O sea que hay un colchón que está haciendo el aguante. Eso sería también viable, bueno y que se tengan en este momento también el suficiente cuidado como para decir ‘bueno la luz subió un montón’ y eso no se refleje en los productos. Sí sabemos que los costos de los productos de frío se fueron una barbaridad, pero sería bueno que cada uno trate de absorber costos como nosotros lo hacemos con las ofertas”.
Esta especulación, que explica Lukowski que sucedió entre diciembre del año pasado y febrero de este año con los comercios mayoristas, perjudicó sobre todo a despensas barriales, que se abastecen de esos grandes comercios.
“Eso lo palpamos nosotros que estamos dentro de un canal de comercialización intermedio, donde por ahí no necesitamos del mayorista y que la gente venía y te decía que no puede ser que antes por los menos se peleaban los precios. Ahora, los supermercados de barrio están teniendo mejores precios que los mayoristas”, sentenció.
“Vamos a apuntar a que se vaya estabilizando y podamos volver a trabajar tranquilos, porque a nosotros los comerciantes también se nos hace muy difícil el hecho de tener que estar remarcando todos los meses y estar pendiente de quién te va a vender o no te va a vender una mercadería”, finalizó.