Una nueva señal de alarma se cierne sobre las pequeñas y medianas empresas del país, que advierten sobre un proceso de “quiebra” masivo en el sector a causa del flamante Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
Según el titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APyME), Julián Moreno, el nuevo sistema provocará la desaparición de muchos emprendimientos y conducirá a una “reprimarización” de la economía argentina, provocando la desaparición de miles de empleos.
La preocupación se antoja legítima, teniendo en cuenta que las PyME, que motorizan casi el 50% de la economía del país y un 64% del empleo, según las últimas cifras oficiales, vienen recibiendo golpe tras golpe -como mínimo- desde el inicio de la pandemia de COVID-19 y temen que abrir sin límites la cancha a grandes capitales extranjeros sea el nocaut definitivo.
Es que a nadie escapa que pequeñas y medianas empresas que proveen de productos e insumos fabricados localmente no podrán competir cuando esos grandes inversores extranjeros estén habilitados -y con incentivos fiscales, además- a importar
discrecionalmente y sin restricciones todo lo que necesiten durante las tres próximas décadas. Por eso la advertencia de APyME no se agota en la cuestión sectorial, sino que Moreno alerta que el RIGI “condena a toda la población al subdesarrollo por mucho tiempo”, ya que “se abren las fronteras para que salgan todos los recursos del país y que no les quede nada de nada a los argentinos”.
El problema de la perspectiva desde la cual el oficialismo concibe el RIGI, como marco para impulsar la competitividad del país, es que los números “macro” que surjan del experimento pueden resultar “exitosos” en las planillas, pero, al mismo tiempo, paralizar la economía doméstica al frenar la maquinaria que da trabajo a millones de personas.
En países ordenados y economías sólidas, la receta de incentivos fiscales a grandes capitales puede ser beneficiosa, pero en la experiencia argentina las “lluvias de inversiones” siempre terminan con una sociedad con el agua al cuello.