El caso de homicidio de un hombre que en principio parecía resolverse por un juicio abreviado, continuó con los trámites para la elevación a juicio oral. Ahora los defensores de las acusadas plantearon una calificación que morigere la pena en caso que fueran halladas culpables.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que días atrás, la defensa de las dos jóvenes de 21 y 25 años imputadas por el delito de “homicidio simple”, pidieron a la jueza Selva Raquel Zuetta a cargo del Juzgado de Instrucción 5, un cambio en la carátula de la causa que a la postre redundaría en beneficio de las mismas.
“Homicidio en exceso de la legítima defensa”, es la imputación que los defensores solicitaron. A su entender, o al menos como una estrategia defensiva, ellas se defendieron de un presunto intento de abuso sexual de parte de la víctima Ramón de Jesús Peralta (69).
Realizada la requisitoria, desde el Juzgado fue corrido vista a la fiscalía a cargo de María Gisela Casafuz de Castro. Según pudo saber este Diario la fiscal rechazó el pedido, al considerar que en base a las pericias, las imputadas no tenían lesiones compatibles con un abuso o intento de abuso sexual.
Además, de la forma en la que fue asesinado Peralta, es decir, estrangulado con un elemento blando usado como lazo, no daba a entender que se habían defendido de un ataque, por ejemplo en caso que le hubieran causado una lesión contusa.
También, por las horas que llevaba muerto, las jóvenes estuvieron en la vivienda al menos hasta 10 horas después, según indicó la pesquisa. La abandonaron recién cuando llegó el hijo de la víctima a ver qué pasaba. Todo quedó a consideración de la jueza, quien debe resolver cómo continuará la investigación.
Gente frente a la casa
El jueves 5 de noviembre el hijo de Peralta decidió viajar desde Posadas a Alem para ver que sucedía con su padre. En todo el día no le había respondido llamados ni mensajes.
Cuando llegó a la vivienda del barrio Juan Domingo Perón, vio gente con criaturas frente a la casa. Ingresó y halló a su padre muerto en la cama con una camisa alrededor del cuello. Salió para pedir explicaciones a los que estaban afuera pero ya no había nadie.
Rápidamente la policía actuó con la demora de los primeros sospechosos, hecho que derivó en la aprehensión de los sindicados como autores. Además de las jóvenes vincularon con el hecho a un joven de 28 años.
Con el avance de la investigación, este último sospechoso fue liberado pero mantiene la acusación por “encubrimiento”, establecido en el artículo 277 del Código Penal.
Un mes después la joven de 25 años fue beneficiada con la prisión domiciliaria, puesto que cursaba un embarazo de ocho meses.
Intento de abreviado
Tiempo atrás, la fiscalía y los defensores y las imputadas llegaron en principio a un acuerdo para abreviar el proceso declarándose culpables y cerrar así la investigación. Llegado el día, ninguna quiso reconocer la autoría.