En el reino animal y también en el reino vegetal y fungi, al considerar ciertas especies, la reunión se da en torno a los recursos disponibles, las márgenes de un cuerpo de agua albergan más vida que los espacios sin ella.
Cuando finaliza el ciclo de un ave, llegan las hormigas, coleópteros y detritívoros menores, igual que cuando una yaboticaba toca florecer y fructificar, explotando en dulce y morados frutos de pulpa tan rica que reúne pájaros, abejas, mariposas, mamíferos y reptiles a montones, zorros y coatíes que llevarán los frutos por dentro, lejos de la planta madre.
Son los recursos alimenticios, nutricios, los que hidratan, reúnen, posibilitan y congregan, reúnen a varios iguales, distintos, para hacer algo que sino hay recursos parece que no se pudiera, COMPARTIR…
Sin embargo, también nos reunimos para compartir recursos intangibles, también en aulas y salones hay algo en el aire, en el pizarrón, en la mente, o cuando una familia de primates se acicala y afianzan, como nosotros en un café los vínculos, los lazos, trayendo mucho más que miradas, tejiendo una trama de palabras, roces, ideas, proyectos.
Y más aún difícil de percibir, pero que claramente congrega, cuando traemos cultura, tradición, invocando a veces, miles de años de rituales, caminatas centenarias conduciendo la conciencia hacia una sanación que, recorriendo las venas de la tierra, como miembros de un clan, una tribu.
Que saliendo y entrando a distintos continentes atravesamos las entrañas de la tierra, que también comparte y nos reúne en torno a cristales, minerales y agua, todo en movimiento, porque el ciclo de los recursos es dinámico, aún los geológicos que prometen quietud, se siguen moviendo y cada vez que volvemos a mirar, las cosas no están como antes.
Nosotros no estamos como antes luego de cada reunión, hayamos o no, compartido bienes materiales, inmateriales indefectiblemente se entremezclan, se renuevan, se transforman, se reciclan y cuando eso pasa, la vida se vuelve una Celebración.
Animarse a salir y mezclarse requiere valentía, transitar la vida es cosa de bravos y gallardos, dejarnos atravesar por cambios, propios, individuales tan nuestros como el rayo de sol que en la retina define para nosotros la mañana, el despertar, el hoy si puedo Celebrar. ¡Adelante!
Anahí Fleck
Magister en Neuropsicología.
0376-154-385152