La mayoría de los alumnos del quinto año A del Instituto Santa María de Posadas no fueron a clases ayer, con autorización de sus padres.
Fue su manera de expresar el rechazo al regreso a clases presenciales de su compañero, que el 11 de abril pasado manejaba el auto que chocó en la costanera, accidente que días después se cobró la vida de Luca Ceballos y Juan Cruz Martínez.
Los compañeros de Luca y Juan Cruz no quieren volver a la “normalidad”, como si la muerte de sus amigos no hubiera ocurrido. Están sufriendo. Están enojados. Y se niegan a aceptar el regreso de Tomás, quien según la Fiscalía debería responder como autor penalmente responsable de los delitos de “doble homicidio culposo y lesiones culposas graves en accidente de tránsito”.
Este lunes, el adolescente que conducía el Peugeot 207 que despistó e impactó contra un utilitario que estaba estacionado y terminó sobre la vereda del carril contrario, volvió al colegio en forma presencial después de tres meses de seguir su trayectoria en modo virtual. Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, el chico fue solo y se encontró con el contundente rechazo de sus pares.
Su presencia fue una sorpresa para sus compañeros que pensaban que seguiría en modo virtual. Las autoridades de la institución educativa pidieron como requisito para su regreso en forma presencial, el alta médica y psicológica. Y sus padres presentaron ambos documentos.
Temor de los padres
Ante el regreso del adolescente y el rechazo de sus compañeros, los padres fueron convocados por la escuela a una reunión el lunes por la tarde. Sobre lo ocurrido en esa reunión, según las fuentes consultadas, los representantes de la institución educativa habrían pedido a los tutores que intercedan para que sus hijos perdonen a Tomás y acepten su regreso al aula. Los padres, en tanto, anticiparon que se asesorarán con abogados y psicólogos para evaluar qué acciones seguirán en beneficio de sus hijos.
Una de las preocupaciones que tienen es que los adolescentes expresen su profundo enojo y dolor contra su compañero y que esto pueda generar situaciones de agresión entre ellos. Para los tutores, no están dadas las garantías para que el adolescente regrese a las clases presenciales y por esa razón resolvieron no enviar ayer a sus hijos a clases.
Una alternativa
Hoy, miércoles, no hay clases porque los docentes tienen jornada de Proyecto Educativo Institucional (PEI). Lo que ocurrirá el jueves es incierto.
Fuentes judiciales consultadas indicaron que la mejor alternativa en la actual situación es que el joven termine el quinto año del secundario en modo virtual “de ese modo, se garantiza su derecho a la educación pero también se evita todo riesgo de rozamiento con otros adolescentes. Lo óptimo sería que se solicite permiso a las autoridades educativas para terminar el secundario en modo virtual, esta sería la salida más elegante y pacífica porque está en juego la integridad física del adolescente”.
“Garantizamos la trayectoria y seguridad de los alumnos”
Consultado sobre este caso, el director ejecutivo del Servicio Provincial de Educación Privada (SPEPM), Luis Alberto Bogado, admitió que “es una situación compleja porque es un menor de edad en primer lugar, porque el caso está en una instancia judicial en segundo lugar y en tercero porque la institución educativa y el Ministerio de Educación a través del SPEPM vienen trabajando desde abril para garantizar al chico la continuidad de su trayectoria educativa”.
Según precisó Bogado, durante el primer semestre la continuidad educativa se realizó a través de la plataforma virtual, “esto fue hasta el receso escolar, el lunes ya se presentó en la escuela con el alta médica y el alta psicológica, por lo que se comenzó a trabajar de inmediato con un gabinete integrado por psicopedagogos y psicólogos no solo de la institución sino también con el profesional que acompaña al adolescente para poder transitar esta nueva etapa”.
Garantía de seguridad
El director del SPEPM admitió que el regreso del chico generó “una tensión normal, en función de lo esperado, pero seguramente la escuela garantizará la trayectoria del alumno en este escenario que es muy complejo donde es difícil ser taxativo, pero en el que tenemos que garantizar que este adolescente siga dentro de la institución y termine el secundario”.
Bogado aseguró que no todos los alumnos del quinto año A estuvieron ausentes ayer, “al menos cuatro o cinco alumnos estuvieron dentro del curso”, aseguró.
Consultado sobre la posibilidad de que se den situaciones de choque y conflicto entre Tomás y sus compañeros, Bogado admitió que la escuela garantiza no solo la trayectoria sino también la seguridad de todos sus alumnos. “Estamos trabajando con las autoridades educativas para que eso ocurra”, remarcó.