El sacerdote Javier Olivera Ravasi, que organizó una reunión de diputados libertarios con represores, entre ellos Alfredo Astiz, en la cárcel de Ezeiza, fue echado de la Diócesis de Zárate-Campana, con el argumento de las “numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes que se oponían al testimonio cristiano”.
La sanción se tomó luego de que la propia Conferencia Episcopal Argentina emitió un comunicado tomando distancia de las gestiones que hizo el cura y de fuertes gestos del papa Francisco que recibió a víctimas de la última dictadura militar.
“Dado que en reiteradas ocasiones se recibieron en este Obispado numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes, que se oponían al testimonio cristiano -máxime proviniendo de un sacerdote-, se le pidió un cambio de actitud y comportamiento en su proceder. Al no observarse hasta el presente el cambio requerido en su actitud, y teniendo en cuenta que el mencionado sacerdote no pertenece a esta Diócesis de Zárate-Campana así como por el bien de la comunidad diocesana, hechas las consultas pertinentes, se le ha comunicado que en adelante no tiene autorización para residir en esta Diócesis”, informó en un comunicado .
Olivera Ravasi es hijo del represor represor misionero, Jorge Antonio Olivera, condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad.
Los diputados libertarios no serán sancionados
En la sesión que se realizó ayer en la Cámara de Diputados de la Nación hubo un intento por sancionar a los diputados Beltrán Benedit; Lourdes Arrieta; Julio César Arguello; María Fernanda Araujo; Guillermo Montenegro; Alida Ferreyra y Rocío Bonacci, por visitar en la cárcel a Astiz y Guglielminetti entre otros.
Se necesitaba por lo menos la 3/4 partes de los votos para la aprobación, por lo cual finalmente fue rechazado con 121 votos negativos, 102 afirmativos y cinco abstenciones. Aquí hay que destacar que ninguno de los diputados nacionales por Misiones votó a favor.