Este sábado 17 de agosto se celebrará y recordará el 76 aniversario de la Fundación del Club Palomas del Espíritu Santo creada por la benefectora María de la Cruz Morínigo. Será un momento para volver a encontrarse con los amigos de “María Morínigo”, como así tambien quienes quieran conocer la historia de esta incansable trabajadora social, cultural, religiosa por la cual ya se iniciaron los trámites también para poder ser beatificada.
La cita será en la cancha del barrio Santa Rosa, desde la 16.30 sobre la ruta nacional 12 y el arroyo Zaimán.
En la ocasión el equipo de la Asociación de Glorias del Fútbol de Misiones enfrentará a otro combinado similar compuesto por exjugadores que fueron parte de los equipos de María Morínigo.
Además, antes de este partido estelar, habrá otros encuentros con equipos infantiles de la Liga de los Caras Sucias.
Además, habrá una merienda con facturas y chocolate para los más pequeños, tal cual le gustaba a María Morinigo en cada celebración, recuerdo o festejo. Entre otras sorpresas y actividades para los presentes
Fecha especial para el Club Palomas del Espíritu Santo
El17 de agosto de 1948 se fundó el Club Palomas del Espíritu Santo, en honor a José de San Martín, el Padre de la Patria que la cobijó. Consiguió la Personería Jurídica en 1960.
La sede era la casa de María Morínigo en Trincheras de San José 473, lugar que existe hasta el día de hoy. A fin de acercar a los niños y jóvenes de todas las edades a su “Club de Palomas”, creó varios equipos de futbol, entre ellos: Ángeles de cara limpia, Picaflor, Cerro Porteño, Piedra Brillante, Real de Madrid y su más conocido Palomas del Espíritu Santo, campeón provincial y nacional en los juegos Evita y Hombre Nuevo del año 1975.
Era la mejor manera de acercar a los niños a la iglesia, ya que aquel que no concurría a misa, directamente no jugaba.
Por otra parte, en el Club se festejaban los 15 años de las niñas, con vestido blanco, tortas y baile, con las mejores orquestas de la ciudad. Además, cooperaba para que las parejas se casaran, propiciando ceremonias múltiples, en la iglesia Inmaculada Concepción de Villa Urquiza, como así también los instaba al bautismo de sus hijos y regularizar sus papeles en el registro de las personas.
Cada 6 de enero, era tradicional su caravana de los Reyes Magos, por las calles de Posadas, con la ayuda de la Policía Caminera y los acordes de la Banda de Policía de Misiones, custodiando a los Reyes de María que repartían juguetes, frutas y mercaderías en el Hospital Madariaga, en el asilo Agustín Liarte y en el Sanatorio Baliña de Posadas. También en Encarnación (Paraguay). Antes de su muerte, donó su inmueble al Obispado de Posadas, para que sea destinado a un Seminario diocesano.