Por cuarta vez en el año, ladrones ingresaron a la Escuela 122 del barrio San Marcos de Posadas y en esta ocasión sustrajeron los seis inodoros del sanitario de las nenas. Con el tejido roto, las rejas forzadas y sin inodoros en el baño de mujeres se encontraron los docentes el lunes cuando ingresaron al establecimiento escolar.
“Es imposible tener clases normalmente sin baños, por lo que los padres que acompañan a sus hijos al ingreso escolar los retiraron pero los chicos que van solos se quedaron en la escuela”, contó uno de los maestros, Juan Carlos Díaz, a PRIMERA EDICIÓN.
Por eso, el lunes, los alumnos que permanecieron en la escuela tuvieron que compartir el baño de varones que solo tienen tres inodoros y para ello los docentes coordinaban y supervisaban el ingreso de los chicos, la mitad del recreo para las nenas y la otra mitad para los varones. “Es imposible dar clases con todos los alumnos presentes, que son 370, con solo tres inodoros en un mismo espacio”, explicó el docente.
Toma de la institución
Ayer, los padres decidieron tomar la escuela, “no dejaron entrar a nadie al establecimiento en reclamo de una verdadera solución al problema”, contó el maestro.
Indicó que en los robos anteriores de este año, se llevaron los cables del sistema eléctrico de la galería, los inodoros del baño de los maestros y del baño de las nenas.
Recordó que “durante la pandemia entraron siete veces… los robos son muy frecuentes, no se trata solo de recuperar lo que roban sino de pensar como evitar próximos robos. Ya estamos imaginándonos que en el verano van a entrar por los ventiladores… porque los ladrones vienen a buscar en función del clima y de sus necesidades”.
Consultado sobre si le falta seguridad a la escuela, Díaz indicó que “es un problema de actitud de la gente, porque la escuela tiene tejido perimetral y en este último robo tuvieron que doblar una reja para poder entrar”.
Según confió el docente, tras este último robo, el sentimiento predominante en la comunidad educativa en general es la frustración, “nos costó mucho que el Consejo General de Educación (CGE) venga a refaccionar el techo, los cables que habían robado, las luces y los sanitarios… y ahora se robaron esos inodoros, la verdad es que los docentes y padres siempre ponemos el hombro para juntar fondos para mantener la escuela y este tipo de cosas cansan, frustran y enojan”, admitió.
Para el docente, el robo a escuelas o instituciones comunitarias debería contemplar un castigo mayor “porque no es un robo común, acá se dañó a los 370 alumnos de la escuela”. Recordó que después del robo de los cables pasaron casi dos meses hasta que se lograron reponer. “Hicimos locro, venta de pastelitos y ayudó la cooperadora con el aporte de los padres, después vino el CGE y terminó la obra”, indicó el docente.
Solución parcial
Los padres de los alumnos decidieron ayer tomar la escuela, por lo que no hubo clases. Finalmente, efectivos de la Comisaría X, a cargo de la zona, se comprometieron a donar e instalar para mañana al menos tres de los seis inodoros del baño de las nenas. Ante esto, los padres aceptaron volver a mandar a partir del miércoles a sus hijos pero exigieron a las autoridades educativas que atiendan los reclamos de la institución en los próximos siete días.
“Los policías nos dijeron que donarían tres inodoros y que se van a hacer cargo de la instalación de los mismos para que los chicos puedan tener clases mañana. Los padres decidimos levantar por una semana la toma de la escuela para que las autoridades educativas solucionen los problemas, porque no es solo lo de los inodoros, los chicos a veces no tienen sillas para sentarse, las mesas están en muy mal estado”, indicó Gabriela, una de las madres.
Otra madre, Antonella, indicó que “acordamos junto a los policías y la vicedirectora de la Escuela 122 que, si en una semana no tenemos respuesta a nuestros reclamos, entre ellos la falta de canillas en los baños y muchas veces la falta de agua, volveremos a tomar la escuela con apoyo de la fuerza de seguridad”.