Las bombas y el ruido de metralla invadieron Santiago de Chile aquella mañana del 11 de septiembre de 1973, hace hoy 51 años. El mundo asistía azorado al final sangriento de un proceso político que se había iniciado tres años antes y que, para muchos, representaba el “camino democrático hacia el socialismo”.
El gobierno del entonces presidente Salvador Allende se hallaba atrincherado en el cuarto piso del Palacio de la Moneda, el edificio de Morandé 80 que sirve de residencia a los mandatarios del vecino país.
Las Fuerzas Armadas comandadas por el general Augusto Pinochet Ugarte se habían levantado contra él. Y, cumpliendo su promesa, el Presidente se suicidó y sólo pudo ser sacado de la Casa de Gobierno por los sublevados una vez muerto.
De ahí en más, Pinochet gobernó Chile con mano de hierro durante 17 años, hasta que fue obligado a convocar un referéndum (que perdió) y entregó el poder en marzo de 1989.