Todos somos dueños de nuestro presente, pero nadie sabe como será el futuro, cuanto tiempo estaremos aquí y sin embargo, solemos posponer aquello que es importante.
Decir a alguien que lo amamos, tomar ese desafío, escribir tu libro, emprender tu proyecto, es AHORA.
Cuando nos proponemos algo llega el momento de hacerlo y nos decimos: “más tarde”, “mañana”; postergamos algo importante para nosotros a un mañana que no sabemos si llegará.
Entender que somos dueños de nuestro presente nos sitúa en el “aquí y ahora”, cumplirnos a nosotros mismos, haciendo lo que programamos, fortalece nuestra autoestima y nos impulsa a dar el siguiente paso.
A veces posponemos iniciar un nuevo proyecto “hasta que todo esté perfecto”, pero ese momento nunca llegará porque se hace camino al andar y se mejora sobre la marcha. Cumplirnos a nosotros mismos sin postergar para más adelante es darnos importancia, priorizar nuestro tiempo y decirnos con hechos que nosotros merecemos tiempo y respeto.
Cuando tomamos contacto con nuestro Yo interior, con lo que elegimos ser y desde ahí diseñamos un plan para alcanzar nuestros sueños, ese plan es nuestro compromiso con nosotros. Esto significa que está por encima de nuestro estado emocional del momento o de nuestras ganas, porque sabemos que esos pasos elegidos nos llevarán a donde queremos estar.
Cada uno de nosotros somos un proyecto en permanente construcción, somos posibilidades que vamos haciéndonos a través de cada una de nuestras decisiones. Ser dueños de nuestro presente es tomar conciencia que todo lo que postergamos nos retrasa y que el minuto presente es el que tenemos para dar forma a lo que soñamos.
Ser dueños de nuestro presente es tomar las decisiones sin posponerlas e ir construyendo nuestro futuro en base a un presente vivido plenamente.
Natalia Moyano
Contadora con
corazón de escritora
[email protected]