Hoy escuché a un cantautor maravilloso, Lalo Yaya, que hablaba sobre los hilos del destino.
Él decía que todos tenemos cosas que podemos ser, como distintos hilos, y según qué hilo estiremos desarrollamos tal o cual cosa en nosotros. ¡Me encantó! pensé en mis hilos y dije: contadora, escritora, oradora, bailarina, cocinera, madre, esposa y una pregunta surgió en mí: “¿Qué hilo deseo estirar hoy?”.
Todo lo que ya hemos vivido y desarrollado hasta el momento nos sirve de aprendizaje, de herramientas para lo que aún no hemos explorado.
Y es maravillosa la libertad que tenemos de explorar en nosotros qué nos gustaría vivir, qué momentos o actividades están guardadas en nuestro interior esperando salir. Tenemos ese deseo porque tenemos dentro lo necesario para conseguirlo, pero hay un camino a recorrer y ese es nuestro viaje. Para que ese sueño se concrete hay que trazar un plan, una hoja de ruta que nos ayude a tener claridad y enfoque, pero con la flexibilidad de las sorpresas del camino.
Libertad de elegir, claridad de lo que necesitamos hacer o aprender para conseguirlo, enfoque, acción y constancia para hacerlo hasta conseguirlo, disfrutando del viaje, saboreando cada paso dado.
Explorarnos, descubrirnos, disfrutar de lo que somos en cada rincón de nuestro ser, dejar salir nuestra música hasta la última nota.
La vida es un viaje lleno de aventuras, donde a cada paso tenemos la posibilidad de elegir, aun en situaciones que no las elegimos, podemos elegir la actitud a tomar frente a ellas. Si nos detenemos a pensar, todos tenemos varios “hilos de nuestro destino”, algunos los hemos estirado y otros no.
Algunos los estiramos por una necesidad del momento y otros quizás por ser menos convencionales o “seguros”, no los estiramos aún. Lo importante es detenernos un momento, ver cuáles son los hilos de nuestro destino y pensar libre de miedos y presiones: “¿Qué hilo deseo estirar hoy?”.
Natalia Moyano
Contadora con
corazón de escritora
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