Cada 30 de septiembre, desde 1991, se conmemora el Día Mundial del Traductor, instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en homenaje a San Jerónimo, quien murió en esa fecha del año 420.
Pero ¿por qué en honor a San Jerónimo? Es que este Santo fue el autor de “La Vulgata”, primera traducción de la Biblia al latín.
Natural de Dalmacia (actual Croacia), donde nació en el año 347, Jerónimo es considerado como uno de los más sabios escritores eclesiásticos, lo que le valió la dignidad de Doctor de la Iglesia y “Doctor Máximo en la Ciencia de interpretar las Sagradas Escrituras”.
Hizo sus estudios literarios en Roma y luego fue ordenado sacerdote en Oriente. De vuelta a Roma, el papa San Dámaso le confió el trabajo de escribir la versión latina de la Biblia, la llamada “Vulgata”, que a la postre sería adoptada como la versión oficial del libro sagrado.
Luego, Jerónimo se retiró al desierto y en Belén edificó un monasterio, donde se dio de lleno al estudio de las lenguas orientales y a la escritura de su propia obra. Murió en Belén el 30 de septiembre de 420.