¿En qué momento una “travesura” pasa a ser un hecho mucho más grave? La pregunta surge tras un caso de supuesto secuestro de un niño de 13 años en Posadas. Al final, todo fue inventado.
El caso trascendió ayer lunes por la tarde y movilizó a la Policía de Misiones en busca de un automóvil y el supuesto captor (que no existía) tras la denuncia de una mujer en sede policial y la viralización del caso en grupos de Whatsapp entre vecinos de Itaembé Guazú.
El menor en cuestión había contado a su madre que, alrededor de las 13 de ayer, se encontraba en inmediaciones de la Avenida del Té luego de descender del colectivo urbano, cuando se le acercó un automóvil de color oscuro. Según le relató su hijo, dos hombres con acento paraguayo intentaron subirlo a la fuerza al vehículo con vidrios polarizados, acerca del cual no pudo identificar la marca.
De acuerdo al relato de la madre a la radio de PRIMERA EDICIÓN, el menor le contó que se resistió y eso hizo que los sospechosos huyeran del lugar sin llegar a lograr su cometido. La señalada víctima describió que uno vestía campera deportiva blanca y barbijo color azul, mientras que el otro tenía una remera negra. Por el estado de nerviosismo en el que se encontraba, era todo lo que recordaba de ese momento.
Hoy martes las cosas dieron un giro de 180 grados. Es que el menor admitió que el secuestro fue inventado y se trató de una “travesura”. Todo esto fue declarado por el jovencito y su madre ante los agentes de la comisaría 19na en una ampliación de denuncia.