Existe algo que ocurre en la vida de casi todos los seres humanos. A mí me pasó y ahora te contaré cómo salí de esa situación y resurgí como el ave fénix de mis cenizas. Hace muchos años, todo lo que tenía en mi vida se esfumó. Lo había perdido todo.
Esto es algo que muchas personas han vivido -quien más, quien menos-, en algún momento. Esas situaciones están marcadas por el sufrimiento e incluso por la desgracia. Si alguna vez has experimentado una gran pérdida, estas palabras son para ti.
Marcan el inicio de una nueva vida. Ahora pienso que he tenido la gran suerte de haberme encontrado en esa situación tan extrema, porque me obligó a emprender el vuelo.
Una vez que asimiles esto, nunca volverás a pasar por tan dura prueba. Cuando alguien me dice estar en esa circunstancia, lo primero que le respondo es algo que a primera vista puede sonar hasta grosero o absurdo. Siempre le digo a quien lo ha perdido todo: “ponte muy feliz, porque si has podido destruirlo todo en tu vida, eres un ser muy poderoso”. “Y a partir de hoy, puedes dominar el mismo poder que empleaste en destruir para construirlo todo de nuevo”.
Por lo tanto, aquellos que están tocando fondo deben salir de sus lamentaciones y del papel de víctima. Vamos a darle vuelta a ese mal empleo de tu poder invencible para empezar a usarlo bien. Algo muy curioso de lo que me di cuenta a lo largo de mi experiencia personal es que cuando llegué a tocar fondo ya no estaba tan desesperada.
Esto fue así porque ya no tenía nada que perder. Mientras estaba perdiéndolo todo, la desesperación era el pan de cada día. Sin embargo, cuando la nada se presentó en mi vida, esa desesperación se fue. Empecé a explorar el inmenso poder de mi mente al máximo.
Lejos de victimizarme, pensé: “voy a usar mi mente para que me saque de esto”. Entonces descubrí que la nada era, literalmente, el comienzo de todo lo que vendría a mi vida. A este respecto, tenemos un referente muy importante, mismo que es mencionado en la Biblia.
En el libro del Génesis, Dios empieza a crearlo todo de la nada. Nosotros podemos utilizar ese mismo poder, porque como te he dicho muchas veces antes, eres un Dios vivo. Dios está dentro de ti porque eres una individualización de Él. Entonces, también partiremos desde la nada para crearlo todo.
Lo hacemos aprovechando el inconmensurable poder creador que tenemos. Dios lo creó todo de la nada, y nosotros haremos exactamente lo mismo. Así pues, debes empezar desde donde estás y crear con tu mente un nuevo inicio. Absolutamente todo puede ser edificado desde cero.
Pero primero debes salir de la desesperación y confiar en tu poder.
Rosanna Biglia
Sistema QMM
En Facebook