La posibilidad de una pronta salida del cepo cambiario parece cada vez más lejana. Aunque se esperaba que hubiera cambios en el plano cambiario durante lo que queda del 2024, los recientes discursos tanto de Javier Milei en IDEA como de funcionarios del Gobierno en las Jornadas Monetarias y Bancarias del Banco Central han dejado claras señales de que no habrá modificaciones significativas en el corto plazo.
Para los analistas de mercado, si la eliminación del cepo no ocurre en el primer trimestre de 2025, que es el período donde históricamente se realizan correcciones monetarias, es probable que no suceda durante el próximo año. Gustavo Neffa, director de Research for Traders, afirmó que “no se podrá levantar el cepo a corto plazo, y puede demorar más de lo que el mercado desea”.
Las expectativas del mercado
Paula Gándara, CIO de Asset Management de Adcap Grupo Financiero, en su podcast “Bulls & Bears”, explicó que existe un creciente consenso entre los economistas de que si el cepo no se elimina en el primer trimestre, podría prolongarse hasta después de las elecciones legislativas.
Mientras tanto, el Gobierno ha hecho avances graduales, especialmente en cuanto a la flexibilización de restricciones para el sector importador, pero el mercado no espera una liberación total en el corto plazo.
Desafíos por delante
Según la consultora Econviews, la salida del cepo probablemente será con un tipo de cambio flotante, lo que llevará a una economía más cercana al bimonetario.
La consultora liderada por Miguel Kiguel también destacó que este proceso no se concretará hasta que la inflación observada converja con la inflación inducida, que se estima en un 2,5% mensual.
Para el equipo de Kiguel, no hay un exceso de oferta de pesos, lo que marca la prudencia del gobierno en evitar desequilibrios inflacionarios.
Por su parte, Grupo IEB señaló que la inflación, que ha comenzado a estabilizarse por debajo del 4%, ha consolidado expectativas de que el “plan está funcionando”. Asimismo, resaltaron que las mejoras en las condiciones de pago para las importaciones están generando un mejor clima empresarial, lo que podría sostener la recuperación económica a largo plazo.
Los riesgos de postergar la salida del cepo
Romano Group advirtió que retrasar la salida del cepo hasta 2025 podría generar turbulencias económicas y políticas.
“Jugarse todo a un escenario político y social tan impredecible en Argentina puede hacer que 2025 sea un año aún más turbulento”, afirmó la consultora, destacando que el Gobierno busca minimizar los riesgos inflacionarios a corto plazo, pero a costa de posponer decisiones clave que impactarán a largo plazo.
(Fuente: Ámbito)