“Si tenemos que cotejar números, alrededor de dos tercios de las causas que llegan a los tribunales se resuelven por la vía de los juicios abreviados”, reveló el ministro del STJ Misiones, Juan Manuel Díaz, tras una consulta sobre el desborde de causas esperando el juicio oral en los tribunales misioneros.
Sus declaraciones se desprenden de la emisión del programa Primera Plana que se emite por FM 89.3 Santa María de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero, donde brindó además un diagnóstico sobre los tribunales penales de Misiones, tras el cónclave mensual llevado a cabo en Oberá con jueces y fiscales penales, como parte de su rol en la superintendencia para el “buen gobierno” en el Poder Judicial.
Sobre su valoración al momento de ser consultado por el desborde de casos en los tribunales misioneros, Díaz expresó que los juicios abreviados son “sin lugar a dudas una herramienta procesal muy valiosa al momento de poder resolver cuestiones muy importantes para el derecho penal”.
“Está previsto en el código procesal de la provincia como un proceso especial: el imputado con la presencia de su defensor y ante el fiscal acuerdan una determinada pena. Ese material es puesto a consideración del tribunal que va a terminar de dar su visto bueno, para que se proceda al acuerdo o en su defecto expresará una oposición al acuerdo al que se llegó”, explicó sobre el procedimiento.
Y luego aseguró enfático: “Generalmente el juicio abreviado se dispara a partir de la fijación de la fecha del debate oral y público, porque ese es el momento en donde, ante la expectativa de tener una condena o una pena mayor, se establece un acuerdo para evitar todo el desgaste”.
Estadísticas aberrantes
“De acuerdo a datos del Poder Judicial de Misiones, el 40% de los detenidos en el sistema penal corresponden a casos de abuso sexual y el 52% de los detenidos que están condenados lo son por delitos contra la integridad sexual”, señaló Díaz en otro tramo de la charla radial en la que subrayó que se trata de números que son “altísimos” y representan un “flagelo que azota nuestra sociedad y que hay que desterrar por todos los medios legales”.
“Por eso consideramos muy importante, al momento de la realización del juicio, tener en cuenta los derechos de la víctima. Nuestro sistema penal siempre buscó expropiar el conflicto a las víctimas y el rol lo asume el Estado. A partir de la incorporación de la figura del querellante, que es muy reciente en nuestra Constitución provincial, en el año 2012 se realiza la enmienda que le otorga una voz a la víctima, se evita la revictimización especialmente de niños, niñas, adolescentes víctimas de abuso sexual, por ejemplo no obligarlos a repetir medidas que ya se hicieron la instrucción, tal como lo es la Cámara Gesell”, amplió el ministro.
Cibercrimen y la evolución de las pruebas
Los delitos cometidos en Internet fueron otros de los temas de consulta durante el programa, donde Díaz contó que abordaron durante el encuentro con jueces y fiscales “distintos temas que son de mucha actualidad, uno de ellos tiene que ver con los ciberdelitos. A medida que la vida cotidiana se va trasladando hacia los entornos digitales, el delito también prolifera en esos ámbitos. De ahí la importancia de generar herramientas como la que acaba de realizar la Legislatura misionera pendiente al resguardo de esos bienes jurídicos que están amenazados en los entornos digitales”, destacó sobre la reciente creación de la fiscalía de ciberdelitos.
“Hay que tener presente lo siguiente: hay un cambio en el paradigma de los delitos y la investigación en el juicio de los delitos, involucran la evidencia digital, que va ganando terreno a la prueba física y hoy en día, en los países que tienen estadísticas al respecto, se puede apreciar que el 80% de las causas han utilizado prueba digital”, hizo notar el ministro.
Finalmente, comparó que “antes uno tenía que ir a buscar un testigo, una persona de carne y hueso, que pudiera dar la impresión de los hechos que pasaron en su presencia. Ahora se buscan cámaras de seguridad que puedan haber registrado el momento del hecho y si no hay cámaras, lo que se trata de encontrar son datos de geolocalización que indiquen que la persona estaba en ese tiempo y lugar. Es una modificación muy importante en la manera de abordar este tipo de hechos y que se trasladan a la etapa del juicio”.
Las tareas de enlace ante el Foro Penal provincial
Como parte de su rol en la superintendencia para el “buen gobierno” en el Poder Judicial (que es una estructura significativa en la cual existe una distribución de funciones) los distintos ministros colaboran con la presidencia, a cargo de la doctora Rosana Pía Venchiarutti. En ese sentido al ministro del STJ, Juan Manuel Díaz, le toca hacer el enlace ante el Foro Penal.
“A partir de esa misión que tengo encomendada por mis colegas, periódicamente venimos manteniendo una agenda de reuniones con los distintos estamentos que componen el Foro Penal de la provincia, desde la etapa de instrucción hasta la etapa del debate en el juicio, así como también la Cámara de Apelaciones en lo penal y de menores. En esta oportunidad realizamos una reunión en la ciudad de Oberá, con el fin de descentralizar el foco; acompañamos a los integrantes del Tribunal Penal y reunimos a todos los vocales de los tribunales penales de la provincia y a los fiscales con el objetivo de transmitir determinados criterios que se van generando en la jurisprudencia del Superior Tribunal de Justicia y también de intercambiar buenas prácticas de gestión en aras de la mayor eficiencia del servicio de justicia”, contó el ministro Díaz sobre lo protocolar del reciente encuentro celebrado en la Capital del Monte.
“Tengamos presente que los tribunales penales son aquellos que tienen como ámbito de su competencia intervenir en instancias del juicio: el debate oral y público de los delitos más graves. Estamos hablando de delitos contra la integridad sexual, homicidios agravados, es decir hechos de alta sensibilidad social en donde es muy importante aunar criterios, establecer pautas concretas y lógicas dentro del marco constitucional y legal”, afirmó.
