La lepra, una enfermedad históricamente vinculada al aislamiento y la discriminación, sigue presente en algunas zonas endémicas del mundo, incluyendo Misiones. Sin embargo, y a pesar de los avances médicos que lograron curarla, el estigma que rodea a esta enfermedad persiste, afectando tanto el diagnóstico como la vida de quienes la padecen.
La doctora María Gabriela González Campos, dermatóloga con 30 años de experiencia y jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Ramón Madariaga, compartió con PRIMERA EDICIÓN que “es una enfermedad muy vieja, de la que todos escuchamos hablar en algún momento, pero siempre desde un enfoque bíblico, como algo incurable y altamente contagioso. Eso ya no es así”..
Un tratamiento efectivo desde el primer día
La dermatóloga hizo hincapié en desmentir la idea de que la lepra sigue siendo una enfermedad altamente contagiosa. Aunque la lepra es causada por el Mycobacterium leprae, y puede transmitirse de persona a persona, el contagio requiere una predisposición genética muy particular.
“Para que alguien se contagie, debe tener una susceptibilidad especial a esta bacteria, algo que presumimos que se hereda”, aclaró la doctora.
Lo más importante, resaltó González Campos, es que “la lepra se cura”. Desde la aparición de los antibióticos a principios del siglo XX, el tratamiento de la lepra mejoró de forma significativa.
“Cuando el paciente toma la primera pastilla, ya no contagia más. El tratamiento es largo, puede durar entre seis meses y dos años dependiendo de la gravedad, pero el contagio se detiene casi de inmediato”.
Educación y diagnóstico temprano
Para la doctora González Campos, una de las claves para controlar la lepra es la educación, tanto de los pacientes como de los profesionales médicos. “Muchos médicos, incluso dermatólogos, olvidan la existencia de la lepra si no están en zonas endémicas. La educación es fundamental no solo para diagnosticar, sino también para prevenir la propagación”, sostuvo.
La lepra puede manifestarse con síntomas iniciales muy sutiles, como pequeñas manchas en la piel que no tienen sensibilidad. “Esas manchitas anestésicas son la primera señal de alerta. La bacteria entra en la piel y afecta los nervios, los anexos cutáneos como el pelo, las uñas, y reduce la sensibilidad de la piel”, explicó.
Si se detecta a tiempo, los pacientes pueden evitar las complicaciones graves, como la pérdida de pelo o las lesiones nerviosas que generan quemaduras sin que el paciente las note.
El estigma no desaparece
A pesar de los avances médicos, la doctora advirtió que el estigma sigue siendo un gran obstáculo. “Cuando le dije a la familia de un paciente que se trataba de lepra, pensaron que tenían que alejarse de él, que no podían tomar mate juntos”, relató González Campos.
Este tipo de reacciones son comunes y, en muchos casos, los pacientes prefieren ocultar su diagnóstico por miedo al rechazo. “Tengo pacientes que han perdido sus trabajos o sus parejas cuando confesaron que tenían lepra”, contó.
Este estigma, además de afectar emocionalmente a los pacientes, también contribuye a la propagación de la enfermedad. “Cuando los familiares no saben que una persona tiene lepra, no pueden estar atentos a posibles síntomas en ellos mismos, lo que retrasa el diagnóstico en otras personas expuestas”, añadió.
La lepra en Misiones y en la región
Misiones, por su cercanía con Brasil y Paraguay, es una de las zonas endémicas de lepra en Argentina.
“En todo el país se diagnostican alrededor de 400 casos por año, y en Misiones ya hemos detectado cinco casos en lo que va del año en el Hospital Ramón Madariaga”, informó la doctora.
Aunque los números se han mantenido relativamente estables, la falta de conciencia y el estigma continúan siendo barreras importantes.
González Campos concluyó subrayando la importancia de la educación y la desmitificación de la lepra. “Es fundamental que las personas sepan que la lepra se trata y se cura, y que ya no es aquella enfermedad que significaba aislamiento de por vida. Tenemos que seguir educando a la comunidad para reducir el estigma y asegurar que los pacientes busquen tratamiento lo antes posible”.