En el barrio Miguel Lanús están felices porque ya tienen un emblema que los represente. Se trata de un trabajo de la autoría de Priscila Gimena Paredes, alumna de la Escuela N° 48 “Nicolás Avellaneda”, que diseñó una bandera con los puntos más representativos del lugar. La niña participó de un concurso escolar luego que la docente y escritora Elsa Raquel Barberán elaborara y presentara el proyecto “La Bandera del Barrio Miguel Lanús”.
Federico Emmanuel Ramos, de la Escuela N° 269 “Nuestra Señora de la Anunciación de Itapúa” recibió un reconocimiento por su participación junto a Arcángel Bladimir Méndez, de la Escuela N° 167 “Misión Cooperativa”. Los alumnos convocados fueron los de séptimo grado. Se trató de un proyecto que buscó integrar a las familias, que participaron recordando y contando a los niños como fue Miguel Lanús en su desarrollo, en el progreso, en el auge y como sigue proyectándose en la actualidad.
Al explicar su trabajo, Priscila Paredes manifestó que la bandera de Miguel Lanús fue creada con el propósito de representar al barrio que lleva su nombre, y a los vecinos que lo habitan. Indicó que sus colores y símbolos fueron pensados minuciosamente al momento de su confección, para que en ella se encuentren representadas todas aquellas personas e instituciones que con orgullo conmemoraran este año sus 120 aniversario como barrio. La bandera cuenta con cuatro símbolos, tres colores y las iniciales de su nombre. Los cuatro símbolos que lleva esta bandera son: el libro, el riel de las vías del tren, el sol y las aguas de la costa del Paraná. Sostuvo que el libro representa a las instituciones educativas de la zona. El riel de las vías del tren son un emblema característico de este lugar. Las aguas de las costas sirvieron como fuente de vida y de trabajo en los primeros años para sus pobladores, tal como cuenta la historia. El sol naciente representa las nuevas oportunidades para todo lo que nos brinda la vida.
Sus colores: celeste, blanco y verde, representan el cielo y la nobleza, como la de nuestra enseña patria. El verde es de los montes y campos que nos brindó en los inicios este barrio, la naturaleza y la pureza del lugar.
El lunes 28, día en que Leopoldo Víctor Lanús compro las tierras, en 1904, se realizó el acto protocolar en avenida Juan Domingo Perón y Capitán Kausse, con la participación de banderas de ceremonia de escuelas de la zona, autoridades provinciales, municipales y vecinos.
Las iniciales que se sitúan en el centro representan el nombre del barrio. La autora abogó por que esta bandera sea un símbolo visual que nos represente, que no sirva solamente para identificarnos sino también para unificar a las personas de nuestra comunidad bajo un conjunto común de valores y de historia.
Barberán confió que fue un certamen escolar del que participaron tres instituciones educativas seleccionadas (Escuela 48 “Nicolás Avellaneda”, Escuela 269 “Nuestra Señora de la Anunciación de Itapúa” y Escuela 167 “Misión Cooperativa”). En una carpeta de campo se volcaron todas las actividades realizadas hasta lograr el objetivo final, todo bajo la atenta mirada de la escritora, investigadora y bisnieta del fundador, Gloria Beatriz Torres Lanús.
Dijo que la actividad recibió el beneplácito de la Cámara de Diputados y fue declarada de interés municipal por el Concejo Deliberante de Posadas, hasta donde concurrieron el jueves a fin de recibir el reconocimiento, acompañados por el concejal Santiago Koch. Concluyó que fue un trabajo arduo, pero “logramos nuestro objetivo y estamos muy conformes ya que tuvo un impacto favorable porque participaron las familias. Se puede decir que fue un proyecto transversal e integrador”.
Expresó que todo el barrio va cambiando, mutando. “Todo el contexto de Miguel Lanús tiene historia y, por ende, tenemos que revalorizarla. Fue es y será un progreso constante y continuo”.
La docente y escritora Elsa Raquel Barberán elaboró y presentó el proyecto “La Bandera del Barrio Miguel Lanús” que se llevó a cabo mediante un concurso escolar. El diseño ganador fue el de Priscila Paredes, de la Escuela N° 48 “Nicolás Avellaneda”. El alumno Federico Emmanuel Ramos, de la Escuela N° 269 “Nuestra Señora de la Anunciación de Itapúa” recibió un reconocimiento por su participación junto a al alumno Arcángel Bladimir Méndez, de la Escuela N° 167 “Misión Cooperativa”.
Además de Torres Lanús, el jurado estuvo integrado por el Delegado Municipal de Miguel Lanús, Juan Carlos Britos, y por Walter Horacio Giménez, Julio Gutiérrez y Marta Luz Jiménez de Rejálaga, vecinos destacados y comprometidos con el barrio.
Gloria Torres Lanús sostuvo que “mi bisabuelo me sorprende siempre, quizás me guía desde el cielo. Es curioso porque todos los años cuando se acerca el aniversario, me aparecen testimonios que van dando forma a la historia de este personaje que no deja de asombrarme. En esta ocasión aparecieron fotografías enviadas por un primo que testimonian su vida, como dando motivos como para que se lo recuerde”.
Para ella todo lo relacionado con sus antepasados es importante. Hace unos años encontró en Internet, que estaban vendiendo la moneda, un trofeo que hacía Miguel Lanús, su tatarabuelo, y regalaba a los ganaderos premiados en la Rural de Palermo. “La compré y llegó a casa en una pequeña caja. El año pasado mi primo Daniel Rojas Lanús, que vive en Trelew, me mandó una serie de fotos de las familias patricias a fines de 1800, que nos emparenta, por eso digo, que no me deja de sorprender. Para un investigador, por más pequeño que sea el dato, es relevante. Y a mí me reconforta porque los vecinos de Miguel Lanús, se interesan por la historia de Leopoldo”.
Sobre el fundador
Leopoldo Víctor Lanús llegó a Misiones en 1904 con el propósito de poblar y de colaborar con su primo, el gobernador del Territorio Nacional de Misiones, contador Juan José Lanusse. El 28 de octubre adquirió las tierras en este lugar y se asentó en ellas. Con el tiempo, donó gran parte de los terrenos para la construcción de la Iglesia, las instituciones educativas y el ferrocarril. Desde entonces el crecimiento fue continuo y progresivo, y la estación ferroviaria fue uno de los pilares del progreso en toda la población.
En la fundamentación del proyecto, Barberán había explicado que en sus inicios el lugar era considerado una zona de campo, con sus tambos, huertas, arrocera y ganado, que producían para proveer al microcentro posadeño y desarrollando trabajos que sostenían la economía del lugar. Lanús, de espíritu solidario y muy creyente, cedió tierras para la construcción de la capilla “Sagrado Corazón de Jesús”, ubicada en el centro de la comunidad. Es por eso que el domingo 27, a las 10, en este templo se oficiará una misa por el aniversario de la fundación y en memoria del fundador y de sus familiares difuntos. Se ocupó y priorizó la educación donando también tierras para la construcción de la escuela primaria y secundaria, brindando oportunidades a los niños y jóvenes. El “nuevo” barrio fue construido con esfuerzo, buscando progresos y mejoras, teniendo presente la demanda de viviendas, construcciones, plazas y establecimientos educativos como la Ciudad Universitaria que alberga a la Facultad de Ciencias Económicas, que recibe a estudiantes, trascendiendo las fronteras. Esto, además de la Escuela de Policía “Manuel Belgrano” y la Escuela Penitenciaria “Andrés Guacurarí”. Su historia, progreso, población y proyectos, convierten a Miguel Lanús en uno de los barrios más importantes de Posadas, con sus diferentes atractivos turísticos e históricos como el ferrocarril y Costa Sur, que en sus playas refleja el encanto del río Paraná, apreciada por los turistas y generando en los vecinos el sentido de pertenencia.