En los últimos siete meses, el sistema alimentario en Argentina ha experimentado un proceso de desregulación que ha impactado drásticamente a consumidores y productores. Un estudio realizado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Fundación Rosa Luxemburgo y el Programa de Estudios Regionales y Territoriales (IGEO-UBA) expone los efectos de esta desregulación, destacando la eliminación de 111 políticas públicas que antes protegían la producción, consumo y acceso a los alimentos.
El informe, que utiliza un sistema de “semáforo” para clasificar el estado de distintas áreas, revela un panorama alarmante para la población. En ocho meses, el costo de un plato de guiso básico aumentó un 151%, y el de una porción de mate cocido con pan, un 147%.
La leche en polvo, fundamental para muchas familias, registró una suba de 166% en este mismo período. Esta escalada de precios contrasta con el estancamiento de salarios, evidenciado por el hecho de que un salario mínimo o una jubilación mínima en julio permite comprar un 27% menos de porciones de guiso que en noviembre de 2023.
Además del impacto en el bolsillo de las personas, el estudio resalta una preocupante caída en el consumo de alimentos. En promedio, el consumo en supermercados disminuyó un 16% y en autoservicios mayoristas un 11%. Las bebidas lideran la lista de productos con mayores descensos (-26%), seguidas por lácteos (-12%), carnes (-9%), frutas y verduras (-7%), y productos de almacén (-6%). Esta reducción en el consumo responde no solo al aumento de precios, sino también a la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores.
Mientras tanto, el sector alimentario parece haber sido uno de los pocos beneficiados en este contexto. Las empresas de alimentos incrementaron sus ganancias en un asombroso 1.300% entre noviembre y julio, mientras que el complejo exportador de granos alcanzó un aumento en sus beneficios de 4.900%. Los precios de los alimentos, por su parte, se incrementaron un 128% en promedio.
Este panorama pone de relieve una grave contradicción: mientras que las empresas logran márgenes de ganancia récord, la población sufre la carga de un sistema alimentario cada vez más inaccesible.