En diciembre de 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaraba el 31 de octubre como Día Mundial de las Ciudades, con el objetivo de promover el interés en la urbanización y fomentar la cooperación entre los países para aprovechar las oportunidades y afrontar los desafíos que plantea el urbanismo, así como para contribuir al desarrollo urbano sostenible en todo el mundo.
Para la ONU, la urbanización “ofrece la posibilidad de nuevas formas de inclusión social, entre ellas una mayor igualdad, el acceso a los servicios y a las nuevas oportunidades, así como el compromiso y la movilización que refleja la diversidad de las ciudades, los países y el mundo. Sin embargo, con demasiada frecuencia esta no es la forma de desarrollo urbano. La desigualdad y la exclusión abundan, a menudo en tasas superiores a la media nacional, a expensas del desarrollo sostenible que sirve para todos”.
Por eso, ONU Hábitat lanzó en 2014 su iniciativa “Octubre Urbano”, para poner de relieve los desafíos urbanos mundiales e involucrar a la comunidad internacional en el desarrollo de una Nueva Agenda Urbana, aprobada en octubre de 2016 en la ciudad de Quito durante la Conferencia de Hábitat III.
Esta Nueva Agenda Urbana es la brújula para hacer frente a los desafíos de las ciudades en las próximas décadas y ha de ser vista como una extensión del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11 de la Agenda 2030.