La energía crística es una menstruación que se da cada mes en la cabeza de cada ser humano, es una segregación. Al igual que la segregación femenina es un flujo sanguíneo, lo que sale de nuestra cabeza cada mes es un aceite llamado Elion (en griego elion significa aceite).
El Elion sale de una zona llamada Belén o claustro, de ahí el nombre de Santa Claus que baja por la chimenea o columna vertebral, con los regalos que es la bajada de Cristo.
La energía crística, ese aceite que se da puntualmente cada mes, es como de 1 cm cúbico y se da en el claustro, zona ubicada entre la glándula pituitaria y la glándula pineal, donde la pituitaria sería José y la pineal María, de ahí que esta zona tome también el nombre de Belén porque es donde nace el Cristo, que baja por la columna vertebral hasta el final, el sacro donde muere y resucita al 3er día cuando vuelve a subir al cielo.
La cabeza, con todo su poder, con todo su esplendor, regenerando la sangre, el cerebro y el cuerpo todo, dando los poderes que serían los regalos de Santa Claus.
Este proceso ocurre en cada uno cuando la luna entra en el signo solar de cada individuo. Arlequín.
En una clase Rosacruz mencionaron cómo hacer para ascender esa energía crística en forma consciente para que no se desperdicie ese regalo divino que tenemos en nuestro cuerpo, de ahí que éste sea un templo. Dijeron que esta maravilla se logra cuando en el momento de máxima excitación durante el acto sexual, conscientemente se hace ascender la energía hacia la cabeza, aplicando la fuerza de la voluntad, en vez de dejar que ésta se vaya para abajo y mejor hacerlo respetando la fecha de cada uno según la luna.
Cuando se logra subir conscientemente la energía crística, literalmente se produce una explosión de sanación, para sí mismo o para otro, de poder, de sabiduría, en la cabeza, donde uno simplemente sabe que lo que quiera que sea se manifiesta por el simple hecho de pensarlo.
No permitamos que nuestras creencias limitantes nos quiten este regalo que Dios concedió a los hombres y por qué por tanto tiempo fue ocultado.
Graciela del Carmen Zaimakis de Abraham
Escritora/ Escuela de Pensamiento
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