En 43 años de trabajo ininterrumpido frente a la Florería “Flower” Sofía Bogado Krakovieski (77) solo tiene palabras de agradecimiento. Durante dos años fue empleada del comercio y luego quedó al frente, con mucha responsabilidad y sacrificio.
Pero “siempre digo que tuve mucha suerte en la vida”. Al poco tiempo de iniciarse en el rubro fue adjudicada con un auto “en un plan que estaba pagando, lo que me facilitó mucho las cosas para continuar. Pero fui muy constante, honesta conmigo misma, y durante varios años trabajé haciendo el mantenimiento de las plantas en las entidades bancarias. No fui una persona que se sienta a esperar, siempre me moví buscando alternativas”.
Al hacer un balance, aseguró que “no es fácil, pero siempre tuve mucha voluntad y tuve la bendición de tener buenos clientes y, principalmente, buenos amigos alrededor. Y esas cosas hay que agradecer”.
Contó que enseñó cuestiones relacionadas al rubro a “mucha gente del interior porque mi promesa fue que cuando aprendía a hacer las coronas, iba a enseñar, aunque no tenía mucha técnica, pero transmitía lo que aprendí. Nunca fui egoísta porque soy de las que piensa que hay que compartir los conocimientos, siempre fui de ayudar, de colaborar en lo que pueda”.
Insistió que “siempre hay que agradecer a la vida en todo momento, por el hecho de estar bien. En estos tiempos que transcurren, no nos podemos quejar. Entre las 6.30 y 7 abrimos la florería y cerramos las 21. Siempre digo que para todos los negocios que uno va a emprender tiene que tener mucha voluntad y mucha alegría, porque si lo hacés renegando no sirve para nada”.
A “Flower” vienen a buscar presentes para los nacimientos, los enamorados, y ramos y coronas para los fallecimientos, “entonces tenemos que estar bien para poder acompañar. Recibo flores importadas, de Buenos Aires, de Corrientes y desde hace poco, lisianthius y gerberas de productores de Olegario Víctor Andrade, durante la temporada. Pienso que para el que quiere trabajar, hay mucho para hacer. Provengo de una familia muy humilde, en la que éramos 12 hermanos, a los que todo nos costó, pero salimos adelante. Por eso soy muy agradecida la vida y a Dios, todos los días”.
Para el Día de la Madre como para el Día de los Enamorados, “trabajamos bien. No hablamos de grandes cantidades, pero llevaron de todo. El costo no es un impedimento porque las flores siguen siendo un presente muy especial. Para el Día de la Primavera se vendió bien, tuvimos que pintar las flores de amarillo a pedido de los chicos que querían regalar ese color, a raíz de una canción de Floricienta, donde está asociado con difundir la felicidad y alegría. Pensar que cuando apenas comenzaba, compré flores amarillas, pero no vendí ninguna porque significaba desprecio”, agregó entre risas.
Sofía se mostró feliz porque “son muchos los chicos que compran flores ahora y la verdad que me emociona, es esperanzador. Colaboro mucho con los colegios, para la elección de reina. Antes les regalaba todas las flores, pero ahora está todo tan caro que tengo que cobrar un poco y otro poco le dono”, dijo quien fue distinguida como una de las “Grandes mujeres de la provincia de Misiones”, y cuya distinción engalana una de las paredes del local de calle Ayacucho.
En su mensaje final, la propietaria se limitó a “agradecer, a estar bien, a tener salud y a estar siempre contenta. Yo siempre lo estoy, trato bien a la gente, tanto a grandes como a los chicos, a cualquier hora que el trabajo lo demande”.