El 2024 fue un año de muchos altibajos para la venta de vehículos automotores, con unos primeros meses casi críticos y un repunte a mediados de mes, concesionarias esperan con optimismo, un cierre de año mejor que el que tuvieron en el 2023. Al respecto, el secretario de la Cámara de Comercio del Automotor de Misiones, Fabián Malarczuk, compartió su análisis y perspectivas sobre la situación actual y el futuro próximo del mercado automotor en la provincia, enfatizando en las oportunidades y desafíos que enfrenta el sector.
Aunque octubre fue un mes estable en ventas, lejos de los resultados de julio, el dirigente anticipa un cierre de año con importantes movimientos económicos impulsados por el blanqueo de capitales y la reciente habilitación del Gobierno nacional para importar vehículos de mercados internacionales. Sin embargo, también advirtió sobre los desafíos y potenciales obstáculos de esta medida para el sector.
“Octubre no fue un mes extraordinario como lo fue julio, pero fue estable en cuanto a ventas. No fue un mes para quejarse; estamos conformes”, comentó Malarczuk, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones. “Sin embargo, el foco ahora está en los próximos meses. Tenemos muchas expectativas debido a la reciente extensión del blanqueo de capitales, que ahora tiene una prórroga hasta el 8 de noviembre,” añadió.
El régimen de blanqueo permitirá que aquellos fondos depositados en cuentas especiales -conocidas como cuentas CERA- puedan retirarse, ya sea en pesos o en dólares, para destinarlos a la adquisición de propiedades, vehículos y otros activos, con un impacto esperado en la economía misionera.
“Creemos que esto generará un importante flujo de ventas tanto en el sector automotor como en el inmobiliario. Además, no solo se reactivará la compra de vehículos, sino también toda la cadena de valor que involucra, desde repuestos hasta talleres de chapa y pintura, tapicería, y servicios anexos”, explicó.
El impacto del blanqueo
Malarczuk destacó que la oportunidad de blanquear capitales brindó una alternativa para aquellos ahorristas que anteriormente no podían justificar sus compras de vehículos o propiedades, generando así una mayor confianza en el mercado. “La gente que tiene sus fondos en cuentas CERA puede ahora justificar sus compras de manera legal y segura. Los sectores automotor e inmobiliario se verán beneficiados, y por consecuencia también habrá un efecto derrame sobre otros sectores relacionados”, detalló.
Además, el secretario de la cámara expresó su confianza en que el blanqueo generará una situación favorable en la economía regional, y resaltó el papel que jugará esta medida en el desarrollo económico de Misiones. En su opinión, una mayor cantidad de ventas de vehículos y propiedades impulsará la actividad comercial y será de gran ayuda para la recuperación del sector.
Expectativas
Con el blanqueo de capitales como eje de las proyecciones, Malarczuk anticipó un fin de año optimista en el mercado automotor. “Esperamos que los próximos meses sean positivos. Hay muchas personas que, con el blanqueo, podrán justificar sus ahorros y realizar compras que antes no podían justificar. Esto impactará de forma significativa en las ventas de vehículos y propiedades, generando así un impulso para el sector y para la economía en general”, expresó.
En particular, el dirigente confía en que la medida de blanqueo facilitará el acceso a estos bienes y creará oportunidades para los misioneros que quieran adquirir un auto o una propiedad.
Importación de vehículos
En cuanto a la reciente decisión del Gobierno de habilitar la compra de vehículos en el exterior, Malarczuk indicó que existen expectativas y cautela a partes iguales. “Esta medida es una apertura interesante, pero depende de cómo se reglamente y de los detalles que se determinen,” señaló.
En principio, el secretario comentó que los mercados asiáticos, especialmente China, podrían representar una opción favorable por sus precios más competitivos en comparación con otras regiones, como Europa o Estados Unidos.
Sin embargo, subrayó la necesidad de prestar atención a ciertos aspectos clave de esta política. “No solo se trata de acceder a autos más baratos. Es importante ver si estos vehículos cumplen con las normativas de seguridad y ambientales necesarias. Según la información disponible, las exigencias que se aplicarán en Argentina serán similares a las normas de circulación vigentes en Europa y América del Norte, lo cual es positivo desde el punto de vista de seguridad, pero también es un aspecto a considerar en términos de costos y procesos administrativos,” explicó.
En consonancia, también destacó la importancia de estudiar cómo se desarrollará el mercado a medida que los vehículos importados lleguen al país. Esto incluye conocer los detalles logísticos, las tasas impositivas y las exigencias de homologación que puedan aplicarse.
“Para que esta medida funcione bien, es esencial que el Gobierno defina y comunique claramente los requisitos y condiciones para importar vehículos. Esto nos permitirá evaluar mejor los costos y ver si realmente es conveniente para el mercado argentino y, en particular, para nuestra región de Misiones”, afirmó.
Otro punto clave que Malarczuk resaltó es el potencial impacto que la importación de vehículos podría tener en el mercado de servicios y repuestos. “Es algo que preocupa. Si un cliente compra un auto importado y luego tiene un problema mecánico, ¿dónde lo lleva? Es un desafío, porque estos vehículos requieren repuestos específicos y servicios técnicos avanzados, y no siempre habrá una solución localmente”, señaló.
La situación se complica aún más cuando se considera la logística y el tiempo que implicaría la importación de repuestos. Malarczuk advirtió que, en caso de que el Gobierno no prevea soluciones rápidas para el aprovisionamiento de piezas y repuestos, podrían generarse inconvenientes para los propietarios de vehículos importados.
“Una de las razones por las que me mostraría cauto es precisamente porque un cliente podría enfrentar dificultades en caso de un problema mecánico. Y desde el punto de vista de los vendedores, también es una responsabilidad. Si yo vendo un vehículo importado y luego el cliente no consigue un repuesto o servicio adecuado, podría traerme problemas”, comentó.
El tema de los seguros es otro factor que considera relevante en este contexto. “En caso de un siniestro, si el vehículo necesita reparación y la aseguradora no cuenta con las piezas adecuadas, puede ser un problema. Es posible que el auto quede varado durante mucho tiempo hasta que se importen los repuestos necesarios, y eso representa una complicación para el cliente y una carga para la aseguradora”, manifestó.
Incertidumbre
Ante la posibilidad de que los autos importados puedan tener un precio más competitivo que los usados nacionales, Malarczuk explicó que aún es incierto cómo afectará esta medida al mercado de autos usados en Argentina.
“Hay varios factores que no se han definido. Primero, no conocemos a ciencia cierta el componente impositivo que se aplicará a estos vehículos importados. Esto es crucial para poder determinar su precio final. Además, el costo de flete y la logística de traer un auto de otro continente pueden influir enormemente en el valor”, indicó.
Asimismo, el dirigente advirtió sobre las diferencias entre la importación individual y la importación a gran escala por parte de concesionarias, lo cual podría afectar el precio final del vehículo y el interés de los compradores.
“Si un comprador decide traer un auto específico desde Europa, el costo de transporte será mucho más elevado en comparación con el costo de importar un lote de vehículos a través de una concesionaria. Es algo que debe tenerse en cuenta, porque podría marcar una diferencia significativa en el precio final”, explicó.