Hay muchas cosas que no podemos saber de una persona a los 30 minutos de conocerla, pero en menos de 5 segundos sí podemos saber si es tímida e insegura.
Precisamente el nerviosismo, la timidez y la inseguridad son algunos “detalles” que la gente no debería percibir en nosotros, porque nos pueden cerrar puertas.
Muchas personas optan por pasar completamente desapercibidas y no llamar la atención, pero precisamente su enfoque en la discreción es lo que en ocasiones las convierte en centro de atención.
Estos son algunos trucos o técnicas para causar una buena impresión a los desconocidos cuando entramos a una sala llena de gente, a una reunión de negocios, a un local o a un evento.
No sólo se busca que no parezcas tímido, sino que hagas una entrada triunfal, causes una buena impresión e incluso parezcas una persona influyente.
Todos ellos sirven tanto para mujeres como para los hombres:
1) Que se note tu presencia
Nunca hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión, por lo que, comenzando por algo evidente, intenta ser atractivo. No todos podemos ser guapos, pero prácticamente todos podemos ganar algo de atractivo con una serie de cuidados: tu lenguaje corporal, tu pigmentación facial (puedes tomar color usando autobronceante)… y, ante la duda, sé el mejor vestido de la sala; que vean a una persona elegante nada más entrar.
2) El saludo
Saluda con energía y con una sonrisa. Entra sonriendo. No a carcajadas, pero con una leve sonrisa, como si estuvieras feliz y como si te gustara lo que estás viendo al entrar.
Nada más entrar, conviene saludar a toda la sala. No hace falta que grites, pero decir alto y claro “buenos días” o “buenas tardes”. Y no bajar la mirada: mantén el contacto visual con la multitud conforme entras.
Aunque hayas saludado a toda la sala, conforme avanzas, saluda a las personas que hagan un contacto visual contigo.
En síntesis, disfrutá de lo que ves, observando relajadamente el entorno. Eso demuestra confianza en uno mismo.
3) Saluda a tu amigo imaginario
Si no tienes a ningún amigo o conocido en la sala, no te preocupes, porque sí tienes a un amigo. Es un truco para parecer popular o amigable. Lo suelen emplear los artistas de la seducción y tiene su efectividad más que comprobada.
Una vez que has saludado a la multitud y estás haciendo tu recorrido lentamente a través de la sala, saludando igualmente a las personas que hacen contacto visual contigo, dirige tu mirada al fondo de la sala y saluda a tu amigo imaginario con más entusiasmo y usando la mano.
¿Por qué saludar al amigo imaginario? Porque así la gente asume que conoces personas en un evento de desconocidos.
4) Cosas que pasan…
Si eres de los que suelen transpirar, no te quites el saco aunque haga calor. Las manchas en las axilas se suelen atribuir a una falta de higiene, pero lo cierto es que, por regla general, prácticamente todos los políticos y la gente de negocios suelen emitir más sudoración en una reunión “dificultosa”.
5) La clave: sonrisa y contacto visual
Sonreír y hacer contacto visual es la mejor forma de causar una buena impresión. Pueden fallar muchas cosas a la hora de intentar generarla, pero en el contacto visual no podemos fallar, pues no existe ni un sólo pensamiento bueno de las personas que no miran a los ojos; desde lo menos perjudicial, que puede ser la timidez, hasta las teorías de que tienes algo que ocultar y sos de poco fiar.
Por lo tanto, siempre miraremos a las personas a los ojos, tanto a la hora de darles la mano (con firmeza y seguridad) como a la hora de hablar.
Fuente: negocios1000.com