Confirmaron tuberculosis bovina en un mono caí (Sapajus nigritus) en el Parque Nacional Iguazú, marcando el primer caso documentado de infección por Mycobacterium bovis en un primate de vida libre. Este hallazgo, realizado por el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT) de la ANLIS Malbrán, plantea serias preocupaciones tanto para la salud pública como para la conservación de la fauna silvestre.
Este descubrimiento viene de la mano de otras investigaciones locales iniciadas hace más de una década, como los del Instituto de Biología Subtropical (IBS-Conicet) junto a otras ONGs de Misiones, quienes han analizado cómo los turistas interactúan con los monos caí y los coatíes en el área de las Cataratas del Parque.
Estos primates, que son curiosos y arborícolas, han incrementado su contacto con los visitantes, lo que ha llevado a situaciones preocupantes, como el ingreso de monos a los puestos de comida del parque. Este aumento en la interacción ha intensificado el problema y podría facilitar la transmisión de enfermedades zoonóticas.
PRIMERA EDICIÓN dialogó al respecto con las investigadoras del INMeT Mariela Martínez y Daniela Lamattina.
“Esto surge en junio del 2023, nos convocan del Parque porque aparece un mono en un estado bastante deteriorado de salud, con sintomatología rara”, comenzó Martínez y al fallecer el animal la necropsia encontró un panorama preocupador, se tomaron muestras y “ahí se detecta el primer caso de tuberculosis en este monito en el área turística del Parque”.
Al arrancar un trabajo interinstitucional, se genera un protocolo de acción, y a partir de este momento “se abrieron un montón de preguntas del por qué estos animales se infectaron”, añadió. Con el inicio de un proyecto de investigación, comentó que continúan los estudios y esta semana estuvieron capturando monos y coatíes en el área.
En cuanto al riesgo zoonótico, Martínez explicó que “es una bacteria que puede afectar a muchas especies de mamíferos, incluido el hombre, genera la enfermedad de tuberculosis“. Asimismo, indicó que ocurrieron unos casos más en monos y aclaró que es una labor que lleva mucho tiempo, incluso tardaron más de un año, entre la notificación a las autoridades sanitarias y la confirmación desde Nación.
Asimismo, la falta de recursos complica aún más sostener este tipo de investigaciones en el país: “En la medida que podemos vamos avanzando”, contó.
Entre las posibles desencadenantes de estas muertes en primates, está la interacción con el hombre, donde alimentan a animales silvestres: “Es un problema bastante grave y que cada vez se incrementa más la interacción entre estos animales y el turismo”, señaló.
Mariela Martínez compartió además que otra de las hipótesis es que “los animales del uso público del Parque estén bajo mayor estrés que animales que no interaccionan de esta manera, principalmente con el alimento”. Sumado a esto, analizan si “su sistema inmune tal vez está más deteriorado y por eso se están enfermando más gravemente”.
Patógenos circulando
Por su parte, Daniela Lamattina recordó que “venimos trabajando hace más de 10 años con los animales del Parque, principalmente con los coatíes”. Con una visión a las especies locales, indicó que “tenemos una base por lo menos en las infecciones con líneas de investigación en el INMET”.
Entre las afecciones detectadas en animales, mencionó que “hay patógenos circulando que no son tuberculosis, por ejemplo, leishmaniasis cutánea donde en 2019 hubo un brote en soldados del Ejército que vinieron a hacer una campaña en el monte y salieron 20 infestados”.
A su vez, señaló que “hemos encontrado bacterias que se transmiten por garrapatas en los coatíes, que son bacterias que producen enfermedades en humanos”. Sumado a esto, Lamattina explicó que los animales tienen anticuerpos contra otras enfermedades: “leptospirosis, algunas filarias, tienen muchos parásitos que pueden compartir con las personas”.
Con el avance del hombre, afirmó que “cuando las personas entran en contacto con un lugar natural por lo general se encuentren con patógenos que tienen ciclos enzoóticos, normalmente en la población silvestre, y se pueden contagiar”.
De tal forma, recomendó tomar recaudos al ingresar a áreas silvestres como utilizar la ropa adecuada, mangas largas, utilizar repelentes para evitar enfermedades que se producen por picaduras, mantenerse en los senderos para los turistas para no entrar en contacto con excremento de animales y sus parásitos.
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Investigaciones en riesgo
En medio de un contexto con ajuste en el financiamiento científico desde Nación, la investigadora del INMET Daniela Lamattina comentó que “en este momento nosotras estamos poniendo plata de nuestros bolsillos para poder comprar insumos para poder seguir investigando”.
Lamentó que los subsidios no fueron liberados por la nueva gestión nacional y “no tenemos más dinero para continuar con estas investigaciones, que son muy importantes, porque hablamos de patógenos que afectan la salud de los animales, las personas y el equilibrio del ecosistema”.
Advirtió que, a nivel nacional, muchos científicos comienzan a migrar a otros países y Argentina poco a poco se queda sin equipos de investigación: “Creo que de acá al año que viene no tenemos forma de seguir”, cerró Lamattina.
La tuberculosis bovina
Como enfermedad infecciosa crónica la tuberculosis bovina es causada por la bacteria Mycobacterium bovis, que afecta principalmente al ganado bovino y puede transmitirse a otros mamíferos, incluidos los humanos.
Los signos clínicos incluyen pérdida de peso, fiebre, tos y debilidad general. La transmisión ocurre principalmente a través del contacto directo entre animales infectados y sanos, así como por la ingestión de alimentos o inhalación de aerosoles contaminados. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de hipersensibilidad y análisis post-mortem.
La enfermedad tiene un impacto significativo en la economía agrícola debido a pérdidas en la producción y el riesgo para la salud pública, especialmente por el consumo de productos lácteos no pasteurizados. Por lo tanto, es crucial mantener programas de monitoreo y control para erradicar esta enfermedad y proteger tanto la salud animal como la humana.