Los trabajadores del Sanatorio Posadas, viven días de mucha incertidumbre. El centro de salud, ubicado sobre la calle Junín, en el centro de esta ciudad, se encuentra administrado actualmente por la Fundación Círculo Médico Zona Sur, cuyo presidente es el galeno Rubén Carlos Ayres, siendo su cara más visible la doctora Silvana Salvatierra (quien también es gerente médica del sanatorio Camino y vocal suplente del Círculo). La fundación es parte del Círculo y gerencia además el servicio de cobertura privada de salud de IAMIP Medisur.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, en la situación en la que se encuentra, el sanatorio sería “inviable”. Es que tiene deudas con diferentes sectores que rondarían los tres mil millones de pesos, incluyendo el pago de los salarios a los trabajadores. Gran parte de su pasivo se tendría con organismos recaudadores como ATM y la ex AFIP.
Una fuente sindical confió a este Diario que hace poco se pagó una mínima parte de los haberes de octubre a alrededor de 100 personas, que constituyen su equipo laboral, la mayoría de planta. Primero se pagaría a los médicos del plantel y luego a los demás integrantes.
Mientras crecen los rumores sobre su cierre o, lo que sería mucho mejor, la venta del mismo a algún interesado, ninguna autoridad del Sanatorio “blanqueó” las dificultades y menos aún el futuro del lugar.
Medidas de ajuste
Trabajadores contactados por PRIMERA EDICIÓN, que pidieron su anonimato, afirmaron que transitan días difíciles emocional, mental y económicamente. Es que en los pasillos del sanatorio crecen los rumores de un posible cierre, aunque primero deba pasar por varias instancias administrativas y judiciales.
“El quedarse sin trabajo sería el golpe más duro de todos”, aseguraron mientras cuestionaron también la falta de presencia de los gremios para exigir respuestas que nadie tiene por el momento.
En los últimos días hubo un intento por cerrar la guardia de emergencia de adultos, reubicando al personal de la misma.
Pero, por lo menos hasta ayer, continuaron funcionando las 24 horas. El dato no es menor, dado que este sanatorio trabaja con una gran cantidad de afiliados al PAMI que pueden necesitar de este tipo de servicios.
Falta de modernización
En el sector, aunque los gerenciadores de otros centros asistenciales sostienen que los costos del sector se dispararon desde mucho tiempo y las deudas de las coberturas sindicales y de prepagas sigue con problemas, el trato con las obras sociales se pudo ir encaminando. Por esta razón, al menos por ahora, no se conoce de una situación crítica similar.
En el caso del sanatorio Posadas, la mayor dependencia sería del PAMI que viene en un proceso de reestructuración y ajuste; sumado a las importantes deudas que se fueron acumulando.
“No les fue bien porque falta inversión. Hoy en ese lugar quien lo compre o administre deberá conseguir fondos para invertir en infraestructura edilicia, hotelera sobre todo y en tecnología si se pretende volverlo competitivo”, explicó una fuente consultada por este Diario.
El centro médico privado cuenta con personal (entre técnico, profesional y no profesional) de muchos años de antigüedad, lo que hace más difícil afrontar el pago de haberes. En el rubro algunos sostienen que se tomó más personal sin tener en cuenta las consecuencias financieras en la empresa de salud.
Desde que comenzó a notarse la crisis, varios trabajadores dejaron de trabajar allí, el resto resiste. “No nos queda más que apoyarnos entre todos e intentar salvar el trabajo de todos”, afirmaron desde el gremio ATSA en un comunicado interno al personal.
Este Diario intentó ayer sin éxito tener un panorama de la situación por parte de Irma Raczkowski, secretaria general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA). Sin embargo no fue posible, alegando sus allegados razones personales.
Este sanatorio era de referencia en la ciudad y la región, prestando todavía el servicio de guardia de emergencia las 24 horas. Además, cuenta con internación clínica, quirúrgica y crítica, terapia intensiva para adultos, diagnóstico por imágenes (ecografías, radiologías, tomografías), laboratorio, cardiología, hemoterapia y hemodiálisis, y los policonsultorios ubicados frente a la clínica.
Sin despidos por ahora
Representantes de los trabajadores, nucleados por ATSA se reunieron días atrás con la dirección del sanatorio donde acordaron no despedir a nadie.Sin embargo, en el área de personal también habrá ajuste. Desde Recursos Humanos habrían comenzado a comunicar que los últimos contratos firmados por personal de Enfermería, no se renovarán.
En medio de la crítica situación, el directorio abrió una instancia para que el personal que así lo requiera, pida la reducción horaria, es decir, trabajar media jornada. También incentivaron al personal a tomarse las vacaciones correspondientes al año 2024.
Buscan negociaciones con la Provincia
PRIMERA EDICIÓN pudo saber que sería el propio presidente del Círculo Médico Zona Sur, Rubén Carlos Ayres, quien está contactando a los futuros posibles compradores.
Entre ellos, habría mantenido reuniones con algunos funcionarios del Gobierno provincial, para ofrecer la posibilidad de que se produzca la venta al Estado y que se pueda convertir en un centro asistencial del Instituto de Previsión Social de Misiones (IPS).
Fuentes consultadas por este Diario en el mencionado Instituto estatal, aseguraron que en la Rosadita no se habla de esa posibilidad, al menos por ahora. Y no es casual, es que Ayres y los directivos del Círculo estarían esperando una reunión clave para formalizar este ofrecimiento. Buscarían una audiencia con el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán, pero por el momento no habría señales en ese sentido.
Es que la Provincia vuelca sus recursos en la atención de los hospitales públicos, en particular del Parque de la Salud (constituido por el Madariaga, el Materno y el Pediátrico) y de la Salud Mental (con el moderno centro inaugurado hace poco).